El alcalde de Vitoria entre 1966 y 1972, Manuel María Lejarreta Allende, inaugura el monolito en Júndiz. E. C.

La Batalla de Vitoria busca su monolito en Júndiz

Inaugurado en 1966. ·

La Asociación Histórica Vitoria 2013 quiere recuperar el indicador de recuerdo que se encuentra soterrado en una arqueta del polígono

Viernes, 18 de agosto 2023, 00:26

«Esta maldita guerra de España», a la que se refirió Napoleón en sus memorias como «la causa primera de todas las desgracias de Francia», ocurrió en las cercanías de Vitoria hace 210 años. El 21 de junio de 1813 una coalición anglo-hispano-lusa ... derrotó en la ciudad a las tropas francesas, lo que supuso un hecho decisivo para el final de la Guerra de la Independencia y el principio del fin del emperador.

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Dos siglos después los ecos de lo ocurrido aún retumban en los escenarios alaveses. Los estruendos de los cañones, el color acre de la pólvora, los cuerpos retorcidos, los gritos, la humareda, la épica y el sufrimiento pueden evocarse en este asfalto que en otrora protagonizó una batalla bélica.

La apabullante obra del escultor valenciano Gabriel Borrás, esa insignia de la gran postal de Vitoria ubicada en la Virgen Blanca, conforma la primera parada (y principal) para construir una memoria histórica propia y brindar el «agradecimiento a un pueblo por haber sobrevivido a su destrucción». Así al menos lo defiende el historiador Patxi Viana, presidente de la Asociación Histórica Vitoria 2013, que desde hace años libra su particular pugna para sacarle lustre a los paisajes relacionados con la Batalla de Vitoria.

Tras una primera reunión, la Diputación se ha comprometido a estudiar en septiembre las posibilidades del proyecto

Desde su constitución con 52 socios en 2010 han organizado actividades para difundir el episodio bélico más importante del territorio, además de que se han acercado en numerosas ocasiones a las instituciones con propuestas tales como convertir la Casa de Napoleón en un centro de interpretación.

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Ahora, tras cumplirse el bicentenario de este hecho decisivo, han querido retroceder casi 60 años, en concreto hasta 1966, cuando se inauguró en Júndiz un monolito que recordaba a los héroes alaveses de esta contienda. «El interés social por este acontecimiento está creciendo cada vez más, sirve para promocionar la ciudad y es un proyecto del que todavía se conservan parte de las piedras», justifica Viana, que advierte que están soterradas en una arqueta en la que también se guardó el acta de la ceremonia, con las firmas de las autoridades, las monedas de curso legal y los periódicos del día.

Hasta un mirador turístico

Y es que precisamente con esos «fines turísticos»se quiso construir ese segundo monumento, que se iba a complementar con un mirador turístico y «algo más, que perpetúe aquella gloriosa gesta de los españoles y sus aliados, acondicionando lugares de acceso para que los turistas puedan visitarlo», según se recoge en las noticias del momento. Previamente se había construido una carretera de acceso para coches, cuyas obras, de acuerdo con el Archivo del Territorio Histórico de Álava, alcanzaron la cantidad de 27.197,50 pesetas. «En ese momento venían gentes de Gran Bretaña, Francia o Portugal a rememorar las hazañas de los guerrilleros», recuerda el historiador.

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Británicos, franceses y lusos ante el monumento en 1963.

Bien. Lo que piden es «apoyo institucional» para lograr que este recuerdo se retome. Ya han dado los primeros pasos y han mantenido una primera reunión con representantes forales, que se han comprometido a estudiar las posibilidades en septiembre. En caso de que no haya presupuesto para el proyecto, desde la asociación sugieren «que se traslade un monolito olvidado que perdió su información y su función y se encuentra arrinconado junto al embalse de Landa. Así, se lograría el objetivo presentado en 1966 y se daría sentido a algo perdido en el tiempo».

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