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Después de más de tres años cerrados y –al menos– dos episodios de okupación los bares de La Florida están un paso más cerca de su reapertura en primavera. El hostelero local y DJ Mario Blanco se hizo el año pasado con la gestión del bar y el restaurante, pero el camino para volver a levantar la persiana está siendo más complicado de lo que esperaba. A la falta de licencia municipal para iniciar las obras, que finalmente recibió en diciembre, se sumó un contratiempo totalmente inesperado: okupas.
«El 23 de noviembre recibí un aviso del Ayuntamiento informándome de que habían desalojado a varios okupas del interior, creo que eran tres. Fui allí a ver la situación en persona y me llevé una sorpresa de lo más desagradable», relata Blanco, que desde hace dos décadas gestiona la cafetería del parque del Prado. Los intrusos habían colocado dos colchones con mantas junto a la barra y se habían instalado en el local con sus pertenencias. Pero eso no fue lo peor con lo que se encontró el hostelero. «Nos cortaron todos los cables de la luz y nos destrozaron las tuberías del agua. Pero no se llevaron nada de material, simplemente es hacer el mal por el mal», cuenta resignado este vitoriano. Esta situación le ha llevado a afrontar unos arreglos antes de la reapertura que en principio no estaban previstos. «Hemos tenido que volver a la casilla de salida. Nos han hecho un desastre de infraestructura pero también económico».
No es la primera vez que okupas acceden a estos locales. A finales de 2021 cuatro hombres se instalaron en el sótano y fueron desalojados tras constatarse el peligro que corrían al cocinar y hacer fuego en un bajo sin ningún tipo de ventilación.
Pero no ha sido el único obstáculo al que el hostelero ha tenido que hacer frente. Han tenido que pasar 8 meses hasta que recibiera la licencia de obra por parte del Consistorio vitoriano para adecentar ambos locales. Así que su intención de abrirlos primero en verano de 2023 y después en Navidades se esfumó.
Ahora la voluntad es llegar a tiempo para la temporada de primavera. «En mayo o junio», avanza. El objetivo es dinamizar el parque de La Florida con un bar «del estilo del del Prado» y utilizar el otro local (el más cercano a la estación de Goya) para celebrar eventos y poder alquilarlo. La oferta estará orientada a los desayunos, el vermú, los pintxos y el picoteo más que a una carta de un restaurante como tal. Más a largo plazo, entre sus planes está añadir unos veladores cerrados en ambos locales para que estos puedan seguir disfrutándose sin tener en cuenta las condiciones climatológicas.
Blanco gestionará ambos locales durante 15 años, prorrogables otros cinco, con un canon anual de 15.000 euros.
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