Ocurre con el vino como con otros muchos productos: la etiqueta puede llamar tanto la atención que se convierta en el motivo principal de su compra. En el último cuarto de siglo, el diseño de las botellas ha cambiado de forma generalizada. Ya no se ... ven únicamente los habituales castillos y dibujos de viñas, ahora aparecen todo tipo de motivos. Con la propuesta 'La verdad embotellada: una lámpara maravillosa', que se exhibe en el bar Warhol de Vitoria (calle Francia) hasta el 18 de febrero, se ofrece una nueva vuelta de tuerca al 'packaging'. Javier Hernández Landazabal, Brenan Duarte, Miren Elorrieta y Pedro Gorospe firman diferentes etiquetas para un crianza de la marca Gontés. Más allá de una apuesta comercial, la iniciativa busca «convertir la sangre de la tierra en arte», afirma Dani Castellejo, exdirector del museo Artium y uno de los impulsores del colectivo artístico KulturBuru.
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Este colectivo, fundado en 2022 en la capital alavesa, organiza una exposición anual. Esta es la tercera muestra que realizan en el local de la calle Francia, que toma su nombre del padre del pop art. En noviembre del año pasado se colgó del techo del bar un ala de avioneta en la que voló el piloto e ingeniero alavés Heraclio Alfaro. Antes de eso, se exhibió 'Oroitzapenaren itzalak / Las sombras de la memoria'.
Según recoge la hoja de sala de esta muestra, las cuatro etiquetas «numeradas y fechadas no son solo adornos, sino manifestaciones de un diálogo profundo entre el arte y el vino». «Este acto evoca la reflexión de Marcel Duchamp sobre la capacidad del artista para legitimar cualquier objeto como arte».
Si en 1975 Andy Warhol diseñó una exclusiva etiqueta para Château Mouton-Rothschild, estos días su rostro aparece pintado en la botella de un vino de Labastida. Esta obra, de Hernández Landazabal, incluye además una cita del propio Warhol: «A veces, los pequeños momentos, esos que piensas que no son nada mientras están sucediendo, resultan ser los que marcan todo un periodo en tu vida». Cerca de esta pieza destaca una etiqueta creada por Brenan Duarte, donde se aprecian una serie de neuronas que recuerdan directamente a las ramas de la vid.
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Otra de las obras es una fotografía de Pedro Gorospe que muestra el altímetro de la avioneta cuyo ala ya se expuso en el bar. «Hemos ajustado la aguja del altímetro para que señale la finca de cultivo. Es un juego entre el vuelo que tomas al beber y el vuelo del arte», explica Gorospe. Por su parte, Miren Elorrieta utiliza la técnica mixta para plasmar a un personaje que sostiene en una cuerda un cerebro a modo de globo. «Tiene que ver con la creatividad, el origen de las ideas... el mundo del vino siempre ha estado ligado al arte».
Patxi Mínguez, responsable del bar y miembro del colectivo KulturBuru, detalló que el proceso se prolongó porque implicaba registrar la marca y acordar la colaboración con la bodega Gontés. ¿Está a la venta este lote? Los interesados en esta tirada limitada pueden consultar su disponibilidad en el propio bar Warhol.
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