Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Tenía 23 años cuando ganó su primer Goya por el corto 'El reino de Víctor' (1990). «Gracias a la Academia por hacer este premio. No voy a enrollarme», dijo escuetamente. Ese año se estrenaba la categoría de títulos de menor duracción entraba a concurso. Tan ... solo un par de años más tarde, el director volvió a la palestra con su primer largometraje, 'Alas de mariposa' (1992). La encargada de entregarle el cabezón a mejor dirección novel fue Penélope Cruz. Al subir al escenario, colocó la gorra que llevaba sobre el busto del pintor, sacó una nota de un bolsillo de su chaqueta y, en vez de leerla, la arrugó y tiró al suelo. Lo que dijo en esa ocasión fue: «Espero que el año que viene no tengamos que tener un homenaje al desaparecido cine español».
A pesar de esas declaraciones de hace casi treinta años, el cineasta Juanma Bajo Ulloa (1967, Vitoria) se mantiene como una de las miradas más personales tras la cámara. Ese joven contestario ha crecido, pero resiste con una carrera a contracorriente, situándose fuera de la «industria del cine», como él mismo se encarga de subrayar. Con su sexta película, 'Baby', estrenada en el peor año para las salas de exhibición, ha vuelto a ser nominado a mejor director en los premios de la Academia. Se mide a dos de las directoras españolas más aclamadas, Icíar Bollain e Isabel Coixet, y a Salvador Calvo. La producción, grabada entre Vitoria y otros enclaves como Murgia, era una apuesta personalísima y más que arriegada, ya que no incluye diálogos. El punto de partida del filme es una joven drogadicta que vende a su bebé para costearse un 'pico' con el que aplacar el síndrome de abstinencia. A pesar de ese arranque, el largometraje se despliega con hermosura acompañado de los compases de dos compositores alaveses, Bingen Mendizabal y Koldo Uriarte, quienes también han sido nominados a mejor música en los Goya.
– ¿Cómo recibe esta nominación?
– Estábamos en el estudio ultimando la Banda Sonora de 'Baby', que se difundirá precisamente esta semana, y me ha llegado la información de parte de la distribuidora Festival Films. Ha sido hermoso saber que la industria del cine aprecia mi trabajo pese a situarme fuera de su círculo.
– ¿Ha visto el trabajo del resto de nominados a mejor dirección, Salvador Calvo ('Adú'); Iciar Bollain ('La boda de rosa') e Isabel Coixet ('Nieva en Benidorm')?
–No las he visto pero, lógicamente, sí conozco la profusa información que se ha ido publicando sobre esas películas.
– Con 'Alas de mariposa' (1992) fue uno de los directores más jóvenes en hacerse con el Goya. ¿Cómo lo recuerda?
– Nuestro escepticismo era grande y sobre todo queríamos pasarlo bien, pensando ingenuamente que sería algo creativo y animado como los Premios MTV. Pero la corrección y rigidez eran notorias, la gente estaba asustada y trataba por encima de todo de no hacer o decir algo inconveniente.
– Los ingresos en taquilla cayeron un 72% en los cines españoles en 2020, año en el que estrenó 'Baby'. ¿Cómo vive la delicada situación de las salas de cine? ¿'Baby' estará en alguna plataforma digital?
– Esta sociedad en grave desequilibrio, está desconectada de su propia esencia y conectada a pantallas virtuales en un consumismo adicto. Es un vano intento de llenar el vacío. El cine agoniza, pues requiere de una atención y aprecio hoy en extinción. La película 'Baby' nació para la sala oscura de un cine. Verla en una pantalla de video será un mal menor.
– En 'Baby' hay reminiscencias de sus primeras películas, sobre todo de 'La madre muerta' y 'Alas de mariposa'. ¿Ha sido algo premeditado volver la vista a esos inicios?
– La atmósfera de cuento para adultos de mis películas más intimistas siempre ha sido parte de mi forma de narrar. No vuelvo a un origen, vivo en ese lugar.
– Hay incluso un guiño a 'Alas de Mariposa' en una escena en la que uno de los personajes aparece disfrazada con un vestido con las alas de dicho insecto.
– No era premeditado. Es verdad que cuando Azegiñe Urigoitia, directora de vestuario, vino con esa extraordinaria idea, la metamorfosis de una niña que se transforma en adulta, cobró una enorme relevancia simbólica.
– Bingen Mendizabal y Koldo Uriarte, que ya ganaron el premio a mejor música en el Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges, han vuelto a ser nominados. ¿Fue complicado ese trabajo de composición a cuatro manos?
–Al contrario, su humildad y respeto mutuo son tales que únicamente se han enriquecido mutuamente. Han creado una maravilla de una belleza que sobrecoge y conmueve, por eso su música ha trascendido.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.