El Azkena mantiene el cartel aunque ve «difícil» poder celebrar el festival

El músico lleva medio siglo con la pregunta que da nombre a la canción, que no llega a tanto como Dylan con las diversas cuestiones de su 'Blowin' in the Wind'. Pero, en cualquier caso, la respuesta sigue en el viento para Alfonso Santiago cuando el promotor de Last Tour International mira hacia las fechas del 19 y el 20 de junio.

«Hay cosas de las que se puede hablar más claro. Lo cierto es que el panorama es difícil, complejo, no hay certezas», valora. Por el momento, el cartel cuenta con los grandes nombres de Patti Smith, Brian Wilson, Reverend Horton Heat, Suzi Quatro o Shooter Jennings.

Pero la banda californiana Incubus ya ha cancelado su gira europea por el coronavirus. Y otro grupo fichado por el Azkena Rock Festival, Fu Manchu, también han dejado congelada su agenda de conciertos.

Santiago es perfectamente consciente de que el 'vivero' del festival de Mendizabala es Estados Unidos, donde la evolución de la enfermedad se halla en momentos complicados. Y los factores se multiplican si se tienen en cuenta las limitaciones de entrada a diversos países, que pueden hacer que a más de un artista o banda dejen de salirle a cuenta algunos conciertos que podría hacer, al quedarse la gira en pocas fechas.

La incertidumbre de la evolución de la pandemia también afecta a España, aunque la situación vaya a mejor. Y el desarrollo de la desescalada depende absolutamente de que la incidencia del virus sea menor, sin repuntes, para poder avanzar en las fases anunciadas el martes por Pedro Sánchez.

Pero tampoco hay que olvidar que hay más frentes abiertos. Alfonso Santiago alude asimismo al malestar entre diversos mandatarios autonómicos y sus partidos ante la dinámica del Ejecutivo central del PSOE y Unidas Podemos. El promotor recuerda que a partir del 11 de mayo la prórroga del estado de alarma necesitará el refrendo del Congreso y, dadas las tensiones con los nacionalistas vascos y otras formaciones, Sánchez podría encontrarse con una falta de apoyos que alteraría los planes previstos.

Por su parte, el presidente del Festival de Jazz, Iñigo Zárate, explicaba ayer que «de momento, no puedo decir mucho, porque tenemos pendiente reunirnos para analizar lo que nos va a afectar, si entramos en el tercio o en el medio aforo...», señalaba. Con el ciclo situado entre el 13 y el 18 de julio, cuenta con referentes del saxo como Branford Marsalis, Vincent Herring o Jesse Davis, el baterista Antonio López o la especialista en big bands Katharine Winfeld.

Pero Zárate advierte que «nosotros estamos también pendientes del Gobierno vasco», cuyo estudio sobre los espectáculos y fiestas de este verano está previsto para el 10 de mayo. La indefinición, de nuevo, sigue planeando sobre una cita artística en Álava.

Pero si así está la cabeza, por veteranía y prestigio, de la programación cultural en el territorio, la situación de las salas de conciertos tampoco está demasiado clara. Las habitualmente dinámicas Hell Dorado, Jimmy Jazz y Urban Rock Concept se ven abocadas a volver a su actividad con el aforo limitado. Como explica Juan Uriarte, de la sala de Oreitiasolo, la reducción de público sitúa al veterano local de rock en los límites de la rentabilidad. Eso, si las cosas van bien.