Vitoria

El Ayuntamiento descarta paralizar el laberinto de Olárizu porque «pondría en riesgo» más de 2 millones de ayudas europeas

De manera que la construcción del laberinto seguirá su curso. Los trabajos durarán seis meses, por lo que podría estrenarse en primavera del año que viene, pese al rechazo vecinal. La plataforma SOS Olárizu ha vuelto a trasladar su «oposición» al proyecto en la cámara local a través de una moción que pedía paralizarlo y que ha sido rechazada (EH Bildu y Elkarrekin han votado a favor, PNV y PSE en contra y el PP ha optado por la abstención). «Solicitamos que reflexionen en profundidad y lo paralicen. Pone en peligro un espacio muy valioso para la ciudadanía. La intervención será irreversible», defienden, tras reunir más de 6.000 firmas de vecinos y contar con el apoyo de «colectivos animalistas, ecologistas y grupos municipales», han señalado durante la intervención.

Desde SOS Olárizu han traslado sus dudas acerca del «impacto social» que el proyecto tendrá en la zona: «¿Dónde van a ir todas esas familias y personas que usaban las campas?». Pero no es la única preocupación que han manifestado. «¿Cuánto va a costar mantenerlo? Además las mujeres se van a encontrar un muro que no les va a permitir saber qué o quién habrá al otro lado, va a suponer más inseguridad», advierten, a la vez que afean, nuevamente, el «fallido proceso participativo».

Desde el equipo de Gobierno (PNV y PSE) defiende que se trata de un equipamiento en el que «se viene trabajando desde la legislatura pasada», como ha recordado Artolazabal, en relación al 'Plan 2018-2030 Vitoria-Gasteiz + Verde. Red viva ciudad-naturaleza'. «Dimos todo tipo de información que entendimos suficiente para elaborar este proyecto. Y dadas las preocupaciones que nos trasladaron, fuimos sensibles y solicitamos informes adicionales que avalasen la decisión. Y hemos alejado y girado el laberinto de los primeros bloques de viviendas para evitar esas preocupaciones», ha argumentado la edil jeltzale. Pascual Borja (PSE), concejal del Servicio de Gestión Ambiental, ha refrendado esas palabras. «Hemos tenido encuentros con vecinos y se han dado soluciones a las distintas realidades que planteaban».

Asimismo, han asegurado que «no va a afectar a ningún elemento de valor natural, los informes de la Unidad del Anillo Verde, el CEA, el departamento de Espacio Público, Urbanismo, Turismo, además del departamento de Medio Natural de la Diputación, avalan la ubicación y descartan las afecciones a la biodiversidad», sostiene Artolazabal, quien avanza que «vamos a seguir su construcción porque es algo bueno para la ciudadanía». Porque, abunda Borja, será «un elemento tractor que va a potenciar el turismo en la ciudad».

Pese a las explicaciones, los grupos de la oposición han reprochado al equipo de Gobierno la falta de participación ciudadana. «Somos muy críticos porque se debía de haber gestionado de otra manera, recogiendo las aportaciones vecinales», ha censurado Marta Alaña, desde el Partido Popular. «En lugar de escuchar a las voces críticas e incluirlas en el proyecto para mejorarlo, se intenta correr para hacerlo cuanto antes. Decís que el proyecto está cerrado, pero luego vemos que se modifica, nuevamente de manera unilateral», ha afeado Xabier Ruiz de Larramendi, de EH Bildu, por desplazar 30 metros el laberinto para alejarlo de las viviendas. «La implementación del laberinto natura ni es prioritario, ni se tiene que implantar en un espacio como el Anillo Verde, debería estar en un sitio antropizado», ha añadido Óscar Fernández, de Equo.