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El Ayuntamiento de Vitoria no quiere dinero en efectivo. Los pagos en metálico han desaparecido casi por completo de las oficinas para los pagos habituales como tasas, abonos deportivos y cursos. La opción permanece para cuantías casi simbólicas, como la entrada de día a las ... piscinas de Gamarra y Mendizorroza, y en los centros Bizan. En el resto de servicios se impone (o se prioriza al máximo) la tarjeta o la transferencia bancaria.
La situación, sin embargo, no es del agrado de todos los ciudadanos, habituados a manejarse con dinero contante y sonante. Uno de ellos incluso llevó su caso a la Síndica. La memoria anual de la Defensoría recoge el caso de un vecino que presentó una reclamación ante la oficina de Leire Zugazua.
El vecino protestaba porque «con esta decisión se obliga a las personas que no desean domiciliar sus pagos a disponer de una tarjeta bancaria o acudir a una entidad financiera a efectuar esos pagos». Es precisamente esta segunda premisa la que empleó el departamento de Hacienda cuando la Síndica se interesó por esta situación para ver «si se podría estudiar la posibilidad de realizar excepciones» al pago con tarjeta de crédito. «No existe obligación legal de que el Ayuntamiento acepte pagos en metálico, sino de que en las entidades financieras que prestan el servicio de caja se pueda realizar dicho pago en dinero físico». Es decir, que con permitir el efectivo en las entidades bancarias donde se pueden pagar los servicios municipales es suficiente. Para el pago de impuestos, por ejemplo, el Consistorio trabaja con seis bancos: Kutxabank, Laboral Kutxa, Abanca, Caixabank, Caja Rural de Navarra y Banco Santander.
La Corporación desestima habilitar el dinero físico por los «riesgos» que, a su entender, implica operar con él. Y los concreta: «el descuadre, la falta de efectivo, los recuentos, la indemnización monetaria y los recursos humanos» para custodiar ese dinero. El Consistorio también presenta como argumento sentencias del Tribunal de Cuentas y de otros organismos «que recomiendan el cierre y suspensión de las arcas».
Los fundamentos legales han propiciado que, a diferencia de otros conflictos como la reclamación del Ararteko ante la Diputación por la cita previa, el caso de este vecino caiga en saco roto. «No podemos afirmar que (las formas del Ayuntamiento) se basen en criterios arbitrarios o abusivos», sentencia la Síndica.
A día de hoy se puede usar dinero físico en las piscinas de Mendizorroza y Gamarra. En los centros cívicos, la tarjeta «es prioritaria» según el Ayuntamiento, aunque «se acepta el pago en metálico» a niños, mayores u otras personas sin tarjeta si van a usar las piscinas, las duchas o las salas de ejercicio. Los Bizan, para atender a los mayores, también permiten el efectivo, pero servicios como los de ayuda a domicilio, los comedores de mayores o las viviendas comunitarias funcionan por transferencia bancaria.
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