El Ayuntamiento de Vitoria traslada el tiovivo y la churrería de Jesús Guridi

Las modificaciones entrarán en vigor en «unas semanas», después que expiren las actuales licencias (caducan en marzo) y se otorguen las nuevas, con validez hasta el año 2024. Para ello, la administración local sacará a licitación pública las nuevas ubicaciones para la colocación de un tíovivo y churrerías en diferentes emplazamientos de la ciudad, un proceso al que deberán presentarse los interesados en explotarlos.

En concreto, la barraca (la de ahora lleva 6 años en Desamparados) pasará a estar ubicada en la plaza de la Constitución, en El Pilar, prácticamente en la otra punta de Vitoria, a unos dos kilómetros de donde se sitúa en estos momentos. En ese mismo punto se permitirá también la colocación de una churrería. Por su parte, la caseta que despacha churros (la de Desamparados lo hace desde hace 3 décadas), deberá trasladarse a la plazuela frente al ambulatorio de Olaguíbel.

De acuerdo con los cambios introducidos en la nueva convocatoria para adjudicar los permisos, a la que el Gabinete Urtaran tiene previsto dar luz verde mañana, se han fijado las siguientes nuevas localizaciones. Mientras que, por un lado, el tiovivo deberá marcharse hasta la explanada junto a la calle Honduras (donde también podrá ir una churrería) en base al primero de los lotes de la convocatoria, por otro lado, se sacarán otros tres 'paquetes' de autorizaciones para instalar churrerías en otros tantos puntos: uno en la citada plaza de Jesús María de Leizaola (entre la de Santa Bárbara y el ambulatorio de Olaguíbel), otro en la de San Antón (en la calle Francia con Arana), y el tercero junto a la Senda Valentín de Foronda del barrio de Sansomendi, cerca de la parroquia de Los Dolores.

La finalidad de estos cambios es «recuperar» la plaza de Jesús Guridi, según trasladan desde el Gabinete Urtaran. «Este espacio se había quedado algo sobreocupado y creemos que las nuevas ubicaciones son mejores», señalan. De hecho, se plantean «más alternativas que las de ahora» para las churrerías, alegan. Esta 'mudanza' obligará a los actuales responsables tanto del tiovivo de la emblemática churrería a abandonar uno de los puntos de la ciudad con más trasiego de clientes a otros donde la afluencia será distinta.

Desde el Consistorio ya se ha comunicado la decisión a los actuales concesionarios y se ha acordado que podrán seguir operando en su emplazamiento actual hasta que se adjudiquen las nuevas licencias, algo que tardará «varias semanas».