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El centro Alberto Schommer de fotografía corre riesgo de pasar a la larga lista de proyectos que se quedaron en el limbo. Después de tres años en busca de una sede para el museo del retratista vitoriano, el proyecto parece encontrarse en un callejón sin ... salida. El Gabinete Urtaran no ha incluido ninguna partida en su proyecto presupuestario del próximo año y las conversaciones entre el Ayuntamiento y la familia del artista, que gestiona la mayor parte de sus fondos, están en punto muerto desde hace más de un año.
El entorno del retratista siempre ha recelado de situarlo en la plaza Amárica, la última ubicación planteada por el Ayuntamiento. «Merece más que una sala a pie de calle», aseguró Nicolás Casla, sobrino de Alberto Schommer, durante la ofrenda floral que tuvo lugar el pasado año en el parque de la Florida. Los gestores de las obras del fotógrafo alavés más internacional insisten en reconvertir el Palacio Zulueta en el centro Schommer. De hecho, el pasado agosto solicitaron a Urtaran que pidiera fondos europeos para acometer la reforma. Sin embargo, el equipo de gobierno ya tenía decidido trasladar a los trabajadores municipales de Ensanche 21 y Gilsa a la casona de la Senda.
La infrautilizada sala dedicada al pintor alavés fue la última apuesta de los departamentos de Cultura del Ayuntamiento y la Diputación, después de descartar el Palacio Zulueta por su elevada inversión y la estación de servicio Goya por su largo proceso de descontaminación, que está a punto de concluir. A pesar de que ambas instituciones reiteraron su deseo de abrir el centro Schommer en Amárica incluso sin la colaboración de la familia, lo cierto es que una de las firmes apuestas de la concejala de Cultura, Estíbaliz Canto (PSE), afronta ahora un futuro difuso.
Schommer llegó a 'exponer' en Amárica. Lo hizo en marzo de 2020, cuando se exhibieron 78 retratos de tres series. Al margen de la coincidencia, tanto la Diputación como el Ayuntamiento aprovecharon la coyuntura para lanzar un guiño y mostrar las posibilidades de la Sala Amárica, que cuenta con numerosas salas vacías y una superficie cercana a los 600 metros cuadrados. Las instituciones proyectaban diferentes usos para las estancias, incluido una especie de estudio.
Fuentes del área municipal de Cultura apuntan a que la falta de una partida para Schommer en el presupuesto municipal responde a un deseo de «priorizar la recuperación del tejido cultural local». El departamento es el que más crecerá en proporción al próximo año, un total de 3 millones de euros hasta alcanzar los 12. De hecho, el Ayuntamiento prevé el regreso de los principales festivales, festejos y conciertos, entre otros eventos de primer nivel, siempre que la pandemia permanezca estable.
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