El Ayuntamiento modificará el plan para eliminar dobles filas por el rechazo de los colegios

«Es un problema que lleva 25 años enquistado. Es normal que surjan tensiones e incluso duela un poco», aseguró el concejal de Movilidad, Raimundo Ruiz de Escudero (PNV), quien resaltó el «impresionante trabajo» de los colegios para recoger las opiniones de quienes utilizan el coche para trasladar a los alumnos a clase. El PP, por su lado, insistió en que la actuación concreta en estos cuatro colegios concertados responde a una «persecución y estigmatización de los centros» y solicitó «enterrar» el proyecto por la falta de consenso con las personas afectadas.

«El plan genera rechazo y fueron múltiples las denuncias que se reflejaron en el buzón ciudadano. No era prioritario, creaba problemas donde no los había y ahora tienen que repensar medidas», lanzó el concejal Alfredo Iturricha (PP). El Gabinete Urtaran, por su lado, insistió en que el plan es una «propuesta abireta» a los centros, y que responde a un «análisis de las zonas de riesgo en el Sur» de la ciudad. «No es un ataque a los centros concertados, sino a la peligrosidad de ese entorno», aseguran.

El planteamiento original del Ayuntamiento apostaba por ampliar a más de 150 las plazas de aparcamiento de corta duración para reducir las dobles filas que, en el momento de entrada y salida de los colegios, saturan el tráfico en la Ciudad Jardín. Es decir, en calles como el paseo del Batán, Nieves Cano, Corazonistas y el Paseo de la Universidad. La medida se dirigía a cuatro intervenciones, la mayoría orientadas a plazas de gran rotación. Su duración máxima estaba fijada entre 15 y 30 minutos.

Los colegios Vera Cruz y Virgen Niña señalaban que «nunca» habían experimentado problemas ni habían recibido quejas por las dobles filas o la seguridad junto a sus colegios. «Las familias no lo hacen por comodidad, sino por necesidad», insistía el segundo centro, que promovió una encuesta entre los usuarios. El Virgen Niña aprovechó para trasladar al Ayuntamiento su «inquietud» por el paso del Bus Eléctrico Inteligente (BEI) por Salvatierrabide, «sin prioridad peatonal». Y es que el BEI cuenta con preferencia total, con un funcionamiento similar al tranvía.