El Ayuntamiento de Vitoria planea que el nuevo contrato de basuras dure diez años

El Consistorio estima que el nuevo entre en vigor en noviembre, cuando expira el actual, que se asignó en 2021 a la UTE formada por Ferrovial (la sustituyó PreZero tras unos meses) y la firma local Onaindia por 103,1 millones de euros, lo que supone más de 25 millones al año.

Elkarrekin, que ha trasladado la información según el plan anual de contratación (donde se calcula para éste una inversión de 35,5 millones de euros), considera un error «hipotecar» el servicio una década con la misma empresa, más en un periodo clave como la actual situación de cambio climático. «Si más adelante hay que introducir cambios o prestar más servicios va a ser un problema», ha expresado.

En cuanto al servicio actual, dejar la basura fuera del contenedor tiene multa. En concreto, el área de Limpieza impuso durante el pasado año un total de 37 sanciones a vecinos que no cumplieron con las normas, según datos ofrecidos este lunes por el departamento de Limpieza, que lidera el edil socialista Pascual Borja. Son un 68% más que en 2023, cuando interpusieron 22 penalizaciones.

Por barrios, el Casco Viejo y el Ensanche son los que más infracciones cometen en este sentido. En la zona medieval de la ciudad funcionan con recogida neumática y en el centro de la capital alavesa hay constancia de que muchos locales comerciales de hostelería y de ocio nocturno incumplen con la ley. Estas áreas se llevaron 12 amonestaciones cada una, mientras que barrios nuevos como Salburua o Zabalgana sumaron dos, igual que San Cristóbal o Santiago. Por su parte, el distrito de Adurza, Mendizorroza, Lovaina o la zona rural este se llevaron una.

Las multas oscilan entre 200 y 600 euros por el abandono de las bolsas repletas de residuos, mientras que pueden llegar hasta 1.500 euros si se dejan apartados enseres voluminosos en vez de usar el servicio de recogida municipal. En este último caso, fueron dos residentes los que se llevaron esta multa.

El portavoz de los populares, Alfredo Iturricha, que había preguntado por este tema en el Consistorio, ha tachado de «rídiculo» el número de sanciones, si se compara «con la cantidad de malos comportamientos que vemos todos los días». Así, ha considerado que el volumen de multas debería aumentar, mientras la cuantía -«desproporcionada», a su juicio- debería disminuir. «Habría que revisarlo si queremos que la sanción sea una herramienta educativa y coercitiva», ha expresado.

Borja se ha abierto a estudiar esa opción (para la que habría que modificar la ordenanza), pero ha asegurado que «no es una cuestión de que nos tiemble el pulso. Si se pilla 'in fraganti', se actúa. Pero no es fácil», ha asegurado. Sí ha referido que éste es un dato «muy concreto» y que también se imponen otras sanciones relacionadas con la limpieza; algunas por romper botellas, lanzar elementos por al ventana o arrojar comida a las palomas.

En cualquier caso, parece que los vitorianos cada vez se quejan menos por la limpieza de la ciudad. A preguntas del PP, el concejal socialista también ha destacado que las reclamaciones en este ámbito realizadas a través de las plataformas V-garbi y el buzón ciudadano han descendido cerca del 20% en un año, entre el 2023 y 2024. Según las cifras trasladadas por el Gabinete Etxebarria, estos canales recogieron el pasado ejercicio 12.025 comentarios, mientras que hace dos años fueron 14.920; casi 3.000 menos (2.895).

Borja ha achacado esa disminución a que «hemos reducido el abandono de enseres con una campaña para utilizar el servicio de recogida municipal» y que, por otro lado, «la unidad de residuos es una de las que más rápido actúa, lo hace en horas». «Esto es una valoración positiva pero no conformista», ha valorado, después de que Iturricha sacara a relucir un informe de la OCU en la que Vitoria no sale excesivamente bien parada. «Nos preocupa este índice de quejas y que haya una imagen de deterioro de la ciudad», ha matizado el portavoz de los conservadores.