La fusión de dos colegios de Amurrio desata las quejas de los padres

Las familias han creado la plataforma Zabaleko Bizirik para evitar que «desaparezcan 62 años de gestión pública» ante lo que consideran «una decisión repentina y no consensuada». En la reunión de la semana pasada se barajó hacer el cambio en septiembre, al inicio del próximo curso «con el traslado del alumnado de Zabaleko a unos barracones en Mendiko», explicaron desde la asociación de familias «pese a que la matrícula está ya cerrada y en Zabaleko han aumentado las solicitudes».

Cuando en enero de 2020, la entonces alcaldesa, Josune Irabien, anunció que Educación decidiría ese mismo año si construía un nuevo edificio, nadie barajaba que la alternativa fuera la fusión. En el anuncio, Irabien señaló un plazo de cinco años para que Zabaleko contara con unas nuevas instalaciones y se realizó a raíz de los problemas que presentaba la caldera del edificio, de casi cuarenta años de antigüedad, que tenía perforada la salida de humos, que se filtraban al comedor y las aulas. Eso obligó a desalojar en dos ocasiones las clases afectadas. Entonces se justificó que la renovación de la caldera, que contaba con 34.000 euros de subvención y estaba considerada como una obra «urgente» por Lakua, no se iba a abordar, dado que estaba prevista una renovación completa del centro y ese sería el momento de contar con un sistema de calefacción más eficiente. Ayer, el alcalde, Txerra Molinuevo, descartó que la renovación de la caldera se vaya a abordar de momento.

El primer edil insistió ayer en que «el consejero, Jokin Bildarratz, nos ha comunicado que la fusión no seguirá adelante. Su intención es que los dos centros trabajen conjuntamente a partir del próximo curso», explicó, después de mantener varias conversaciones en los últimos días con el responsable de Educación para lograr un compromiso oficial. El departamento de Educación por su parte, indicó que la fusión «es una opción, pero no hay tomada una decisión». El primer edil sumó la negativa del Ayuntamiento a la fusión junto a la de la dirección y la de las propias familias. En este sentido desde el AMPA explicaron que «no hay nada oficial, y mientras no lo tengamos por escrito, seguimos adelante con las movilizaciones».

Molinuevo ha manifestado su intención de seguir invirtiendo en los dos centros. Para este año, hay reservados 50.000 euros para cada colegio. En Zabaleko se destinarán a colocar una plataforma elevadora para sillas de ruedas que garantice la comunicación entre las plantas del colegio. «El año pasado, hubo tres alumnos que se rompieron una pierna y no pudieron ir a clase» señalaron los afectados.