Había ganas de fiesta. Muchas. Y el Viernes de Dolores de Llodio fue casi uina jornada normal, si no fuera por la falta de animales. Las calles se llenaron de gente y los sesenta puestos de la feria vendieron queso, pan y productos de caserío ... durante toda la mañana. A partir del mediodía no cabía ni un alma en las barras de venta de talos. El olor a morcilla asada impregnaba la Herriko Plaza y el poteo se alargó hasta más allá de las tres de la tarde. «Hemos recuperado la normalidad anterior a la pandemia, con el bar lleno de gente tomando pinchos. No dábamos abasto», explicó una de las camareras del Txango, junto a la plaza Aldai, en pleno corazón de la fiesta.
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Alberto Camino, uno de los productores artesanos de la zona, que cada jueves vende sus hortalizas en el mercado, estaba satisfecho, «aunque las verduras no son lo que más se vende en días como hoy», explicó ya a punto de recoger su puesto. Gorka Flores, productor de queso de la localidad navarra de Arbizu, se fue contento. «Aunque no haya habido animales, la feria ha funcionado bien y eso que llevo varios años viniendo», explicó mientras entregaba uno de sus quesos a Emilio Muñoz, un bilbaíno dipuesto a pasar el día en Llodio. «A mí me gustan los quesos ahumados y a veces me cuesta encontrarlos», aseguró.
Alrededor del deporte rural que se celebró en la carpa de la plaza Aldai, se empezaron a reunir a mediodía una millar de personas que participaron en la manifestación para reclamar mejoras en las condiciones de vida de la comarca.
Entre ellas estaba la plataforma 'Hiltegia ez itxi', que hizo oír sus reivindicaciones en un día tan especial. «La peor situación la está sufriendo el ganado ovino porque están naciendo corderos que hay que sacrificar enseguida para que no se hagan grandes y se puedan vender como lechal, pero no hay mucho volumen para llevarlos fuera porque supone un gran esfuerzo económico y de tiempo», explicó Ziortza Uriarte, de la plataforma contra el cierre del matadero.
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puestos
Fidel Alonso, pastor de ovejas, explicó que «solemos tener unos pocos corderos para llevar, pero no compensa un viaje tan largo porque no sacamos rendimiento suficiente para pagar los portes de ida y vuelta», explicó. A esos gastos hay que añadir el de la alimentación. «Cada día hay que dar un kilo de pienso a cada oveja, que cuesta 0,40 euros más IVA y otros 60 céntimos en forraje. Solo en alimentación, el litro de leche, nos sale a 1,10 euros», se quejó.
Para el sector vacuno la situación no es mucho mejor. «Estamos llevando las vacas a los mataderos de Burgos y Oñate, pero eso acarrea gastos y problemas, y sobre todo, nos despedimos del producto de kilómetro cero», insitió Uriarte. La plataforma entiende que las subvenciones para el transporte de ganado no son una solución «porque eso no evita el estrés de los animales, ni las horas de desplazamiento que tenemos que asumir».
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alberto camino
Así que la única solución viable es contar con un nuevo matadero «porque el de Llodio es irrecuperable». Para alcanzar ese objetivo, reclaman al Gobierno vasco «que nos siente a una mesa para explicarnos lo que está haciendo», dado que conocemos la existencia de contactos con una iniciativa privada para la puesta en marcha de un proyecto. «Nos parece bien que sea privada y que tenga que ser rentable, pero que nos expliquen la situación para que no vuela a pasar lo que ha ocurrido en Llodio», zanjó.
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