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La pesadilla de los vecinos de Landaluze vuelve a empezar y cada día temen que sus coches, aparcados en la calle, aparezcan rayados. Por eso piden «que se instalen cámaras en el barrio porque no podemos dejarlos en la calle, sobre todo si son negros, ... o de color oscuro. Aparecen rayados, y no solo una vez, sino varias», se quejan. En los últimos días se ha vuelto a repetir la misma situación que atraviesan desde 2017 y que ya ha generado 27 denuncias por los mismos hechos en la comisaría de la Ertzaintza y al menos una más en la Policía Local.
Desde entonces, estos hechos se ha mantenido y han tenido «picos», señaló la Ertzaintza, que ha «establecido vigilancias de forma coordinada tanto desde la Policía Local como por nuestra parte». A pesar de esos controles, en mayo de 2019, la Policía tuvo noticia de «más de cuarenta vehículos rayados, no habiendo ninguna denuncia interpuesta». Dos años después, en el mes de junio de 2021, volvieron a aparecer «dieciocho coches rayados». El cuerpo de seguridad advierte que «la rapidez en la comisión de este tipo de delitos y la facilidad para conseguir los medios necesarios, hacen muy difícil la detección de los autores». Sin embargo, el 11 de septiembre pasado, un vecino del barrio «vio cómo una persona se acercaba a varios vehículos de forma sospechosa. Observó que portaba algo en la mano, poniéndolo en posición perpendicular a varios vehículos y moviéndolo junto a la puerta de dos coches. Comprobó que dichos vehículos se encontraban recién rayados, por lo que procedió a llamar a la Policía Local de Llodio, procediéndose a identificar e investigar a esta persona».
Desde entonces, ha habido un respiro, pero a mediados de noviembre, la actividad se reactivó de nuevo y desde entonces han sido al menos cuatro las personas afectadas por los rayones en sus coches. Una vecina del barrio aseguró que «he cambiado de coche y me lo han vuelto a rayar. En el anterior, dos veces». La misma mujer denuncia que «ahora, también los están rayando en la zona de la avenida Zumalakarregi más cercana al barrio, entre la joyería y Eroski». No es el único caso. Otro vecino de la zona denunció que «a mí me han rayado varias veces el coche, y no he presentado ninguna denuncia. Total, para lo que sirve», se quejó. En otros casos, la situación es peor. «A mí me han rayado varias veces, y la semana pasada decidí pintar el coche, pero me lo han vuelto a rayar. No sé qué vamos a tener que hacer. Estamos hartos» lamentó.
Noviembre
A eso se une la falta de aparcamientos en el barrio, donde las plazas subterráneas son escasas, lo que obliga a la mayoría de los vecinos a aparcar en la calle y a menudo, a desplazarse por todo el barrio para dejar su coche.
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