Vecinos de Amurrio ofrecen vivienda y apoyo a personas desfavorecidas

La idea empezó a nacer hace un año, cuando el párroco de Amurrio acogió en su casa a una familia que no tenían donde vivir. Llegaron a Amurrio sin recursos y sin posibilidad de acceder la Renta de Garantía de Ingresos. La mujer estaba embarazada y aquel fue el germen del proyecto. «Un grupo de personas hemos acompañado a esa familia para quedarnos con los niños y que el matrimonio pudiera formarse, acompañamos a Cruces a la mujer porque tenía una embarazo de riesgo. Hemos estado echando una mano a esa familia para que pueda salir adelante», aseguró Ruiz.

Pero es que las necesidades no acaban ahí. Sigue habiendo personas con pocos recursos que necesitan un hogar y el movimiento se ha empezado a articular alrededor de la parroquia de San José, donde se ha acondicionado una vivienda para acoger a dos familias. «Ahora, queremos dividir el piso en dos porque hay espacio suficiente».

El bar de la parroquia del barrio, que siempre ha actuado como centro social, sigue ejerciendo esa misma función y después de una amplia reforma, se ha acondicionado la cocina y «la persona que lo atiende va a ofrecer menús diarios a cinco euros de un plato único» adelanta Ruiz. La idea es dotar de un matiz social a todo el proyecto de la parroquia de San José. Cáritas colabora también en la puesta en marcha de este centro social con una ayudas mensuales para ofrecer este servicio que ha renunciado a las bebidas alcohólicas de alta graduación.

Desde Ategin no solo están dispuestos a involucrase personalmente en atender las necesidades de las personas que forman parte de sus proyectos. También quieren que los propietarios de viviendas de Amurrio colaboren con ellos. «No somos una inmobiliaria pero aseguramos a los propietarios que van a cobrar todos los meses el alquiler a cambio de que sea un poco más económico que el precio de mercado», explica Ruiz.

Para garantizar el proceso, los miembros de Ategin harán un seguimiento mensual de las familias acogidas al programa de manera que «avancen en el compromiso de integración». Para lograrlo contarán con el apoyo del voluntariado de la asociación y de los fondos de Cáritas, que hará aportaciones económicas al proyecto.