La segunda cascada más alta de Europa, edificios medievales y txakoli para unas vacaciones en Álava

Saioa Echeazarra

Martes, 15 de abril 2025, 17:17

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Naturaleza grandiosa, una amplia oferta museística y gastronomía exquisita. Es el menú que propone la Cuadrilla de Ayala para esta Semana Santa. Esta comarca alavesa invita a descubrir sus encantos en estas fechas vacacionales con el lema 'Aiaraldea, el destino que mereces'.

En sus parajes verdes, destaca el Salto del Nervión, con una cascada de más de 222 metros, «la más alta de toda la Península y la segunda de Europa», resaltan desde la Cuadrilla de Ayala. Se suma el macizo montañoso de Sierra Salvada, un enclave perfecto para el avistamiento de aves.

Dentro de los planes al aire libre figuran los recorridos sencillos por Goikomendi y Kuxkumendi, mientras que el pantano de Maroño, el parque Lineal del Nervión, la Senda Verde de Delika y Garrastatxu son alternativas para un paseo más completo. Además, 'La Robleda de los Sueños' alberga la obra de 29 pintores sobre la corteza de sus robles. Y quien busque ejercitarse, cuenta con una oferta variada: rutas a caballo, senderismo, vuelo en globo, parapente, descenso de barrancos, bicicleta...

Para amantes del pedaleo, este año se han creado cinco rutas descargables en la plataforma 'Wikiloc' dentro del nuevo proyecto 'Aiaraldea Cycling'. Son la 'Vuelta a Okondo' (45,5 kilómetros), 'Vuelta a La Barrerilla' (48,6), 'Vuelta a Peña Angulo' (76), 'Vuelta a Orduña' (75,5) y Vuelta a Aiaraldea (126,8), dirigidas a ciclistas de distintos niveles.

La Cuadrilla alberga cinco municipios (Amurrio, Llodio, Artziniega, Okondo y Ayala) que conservan un importante legado e historia: las casas de Indianos de Amurrio, el casco histórico de Artziniega, la ermita de Etxaurren y el conjunto monumental de Quejana, entre otros. Por su lado, los distintos museos permiten descubrir costumbres de otras épocas: el dedicado al licor en Amurrio; el Museo-Taller Santxotena, único en el País Vasco donde poder tener contacto directo con el artista; o el Museo de Artziniega o Museo Sacro.

Todo ello aderezado con la Ruta del Txakoli, que consta de establecimientos asociados (txakolinerias, restaurantes y alojamientos). Parada obligada son también las queserías, que ofrecen visitas a sus instalaciones. La Cuadrilla «brinda numerosas posibilidades para disfrutar de unos días sin prisas y de desconexión. La persona que viene, repite porque siempre hay algo que sorprende», destaca su presidente, Iñigo Pinedo.