El Parlamento crea la ponencia que analizará el declive económico de Ayala

En la legislatura pasada, la ponencia llegó incluso un paso más adelante, porque se aprobó una lista de comparecientes que incluía al alcalde de Llodio, cuya presencia en la comisión se suspendió a última hora por la convocatoria de las elecciones autonómicas.

En aquella lista, además de Ander Añibarro había representantes de las asociaciones de comerciantes, de la hostelería y del sector servicios, además de la Cámara de Comercio de Álava. Tampoco faltaban las agencias de desarrollo de Llodio y Amurrio, de la zona rural y la Cuadrilla de Ayala, así como los alcaldes. Por la parte empresarial se incluyó la presencia Vidrala, Guardian, Tubacex, Envases, Iza Ascensores, Jez, Tubos Reunidos, Inauxa, Amurrio Ferrocarril y Equipos, Laudiogroup que integra a nueve empresas llodianas y del hotel-restaurante Los arcos de Quejana.

El ámbito educativo contaba con la representación del instituto Zaraobe de Amurrio y Laudioalde, así como representantes de Lanbide. También se solicitó la presencia del sindicatos UAGA y de varias entidades culturales. Entre ellas, se convocó a Juanjo Hidalgo y Félix Mugurutza, vinculados a la investigación y recuperación histórica local y los museos Santxotena y Etnográfico de Artziniega y a Cáritas.

La lista de asistentes en esta ocasión podría sufrir algún cambio, fruto de las aportaciones de los grupos.

La ponencia pretende seguir los pasos de la que se puso en marcha para la Margen Izquierda y Zona Minera y la comarca guipuzcoana de Errenteria, Lezo, Oiartzun y Pasaia. En aquella ocasión, los trabajos se prolongaron durante dos años, entre 2015 y 201, un plazo que los grupo esperan agilizar ahora.

Además de la comarca de Ayala, integrada por las localidades alavesas de Llodio, Amurrio, Ayala, Artziniega y Okondo, la ponencia analizará toda la comarca natural, que incluye las localidades vizcaínas de Orduña, Orozko, Arrankudiaga y Arakaldo.

Su resultado fue el diseño de un plan de choque y un plan estratégico de reactivación socioeconómica en el que colaboran varias instituciones. El plan de choque estuvo dotado con 64,1 millones que se destinaron a la mejorara de la vivienda en alquiler, la rehabilitación de edificios, el apoyo a la formación y la economía social. También se pusieron en marcha iniciativas para favorecer la contratación de jóvenes, reforzar el programa Indartu que subvenciona mejoras en las empresas de las localidades vascas con más paro o mejorar la dotación del plan Renove para polígonos industriales.