Llodio trasladará al polígono de Arza las clases de informática del Kz Gunea

Aunque se había planteado la posibilidad de mantener abierto este edificio, finalmente, la empresa seleccionada para hacer la obra, no contempla esa posibilidad. así que ambos servicios se deben trasladar fuera del parque de Lamuza, de manera que el cierre es el paso previo al inicio de las obras, que son inminentes.

El euskaltegi ya anunció hace unos días su traslado este mes al Centro de Educación Permanente de Adultos, en el barrio de Latiorro, donde terminará el curso.

Mientras tanto, el Kz Gunea permanecerá abierto hasta mañana en horario de tarde. Desde la reducción de jornada que se empezó a aplicar en 2015, el horario pasó de ocho a cuatro horas diarias y solo abre por la mañana o por la tarde.

A partir de mañana, todas las clases de este mes serán a distancia o por videoconferencia. Las presenciales se retomarán tras el traslado, que se materializará en unos pocos días aunque la oferta para este mes se mantiene activa y las matrículas siguen abiertas para las próximas convocatorias. El centro ofrece clases de informática para la búsqueda de empleo, trámites con Osakidetza, aprender mecanografía o conocer las aplicaciones de Google entre otras.

Las obras de remodelación dilatarán la reapertura de la Casa de Cultura hasta el otoño del próximo año. Será entonces cuando los grupos culturales puedan volver a ocupar los 4.000 metros cuadrados de su interior, que dejarán de tener barreras arquitectónicas. El diseño plantea dos grandes pasillos de comunicación en la planta baja y la primera para enlazar todas las dependencias, que se construyeron en distintas épocas. El edificio tendrá dos ascensores, el que ya existe en la Casa Matriz y el que se va a construir, precisamente en la zona del euskaltegi.

La clausura de la Casa de Cultura se ha convertido en un problema en la localidad que ha tenido que habilitar espacios dispersos por el pueblo para albergar la actividad cultural. Eso ha supuesto también un enorme esfuerzo para los grupos y asociaciones que se han visto obligadas a adaptar sus programas a espacios mucho más reducidos, y a menudo, dispersos por el municipio.