Llodio sustituirá la cancha de balonmano del polideportivo por otra de madera

La nueva cancha será una tarima de madera, según exige el Ayuntamiento en el concurso que ha convocado para seleccionar una empresa instaladora. Para evitar la humedad, se colocará «una lámina de polietileno, que tiene la misión de aislar el pavimento deportivo de la solera, y de esta forma eliminar los problemas de la humedad», señala el informe. Sobre esa lámina «se colocará la tarima de madera». Toda la superficie estará rematada con «un rodapié perimetral ventilado de madera maciza de haya», señalan las bases.

La retirada de la cobertura de PVC actual se tendrá que hacer de manera que se pueda reutilizar, porque el Ayuntamiento baraja trasladar el suelo retirado en planchas longitudinales de la cancha del polideportivo, e instalarlo en el colegio Latiorro, aunque no ha precisado en qué lugar exactamente.

Los equipos de balonmano, futbito y hockey sala podrían ver restringida su actividad durante las obras, dado que la administración local ha recibido ofertas para ejecutar este trabajo hasta hace unos dias. Después, tendrá que adjudicar la obra y una vez iniciada, tardará un máximo de diez semanas en estar terminada, con lo que es probable que la nueva pista no pueda estrenarse antes del inicio de la próxima temporada. Es en el mes de septiembre cuando está previsto que el polideportivo empiece a recuperar su actividad, dado que ahora sólo pueden acceder los usuarios de las piscinas y los deportistas federados.

Lo que sí se ha acordado de cuidar la Corporación son las condiciones de la garantía del nuevo equipamiento. No hay más que recordar que el anterior, instalado en 2017, presentó deficiencias desde el principio porque se había colocado mal, sin retirar el suelo anterior, que estaba muy deteriorado, con lo que todos sus defectos, se volvieron a percibir en el nuevo pavimento.

Fue imposible localizar a la empresa que colocó el PVC tras la obra, con lo que tras la inversión de 76.000 euros que supuso la reforma, es necesario abordar ahora un nuevo cambio. En este caso, las condiciones del contrato obligan a la empresa a sustituir o reparar los defectos que se detecten durante el período de garantía que fije en su oferta.

Esta vez la inversión será más alta, dado que el Ayuntamiento ha reservado 155.000 euros para hacer frente al contrato, aunque probablemente, pueda ahorrarse un porcentaje en función de las ofertas que presenten las empresas interesadas.