Fiestas de Llodio 2024
Llodio revive sus tradiciones en el Berakatzegun

Las fiestas recuperan el ritmo con la visita a la residencia, la garrafa, los bailes en la plaza y una comida para 450 personas

Marta Peciña

Miércoles, 21 de agosto 2024, 17:47

En Llodio, para celebrar el Berakatzegun o Día de Ajos, hay que echar mano de la memoria. La fiesta tiene su origen en la jornada dedicada al servicio. En esta jornada, al terminar las fiestas, la juventud local recorría las calles del centro y ... sacaba a las cocineras y asistentes a la calle a disfrutar de la música y la alegría. Con ese mismo espíritu, las cuadrillas arrancaron este miércoles la jornada en la residencia de mayores a ritmo de trikitrixa. Lucía Redo revivió en ese rato lo que a ella más le gusta, «el baile», lo mismo que a 'Candi' Barado, que a pesar de su cadera rota, se lanzó a disfrutar la música con los más jóvenes. «Siempre me ha gustado cantar, bailar y coser», añadió. José María Larrinaga, que llegó a la residencia de Llodio, fue recibido con música por las cuadrillas y recordó que «de las fiestas de Llodio me gustan los encierros, las pruebas de arrastre de bueyes... y la música».

Un trago de diez

Durante la visita, se degustaron las dos garrafas de 15 y 20 litros respectivamente que había preparado el grupo Untzueta Dantza Taldea de Areta, con cava, Málaga Virgen, canela, limón, sorbete de limón y azúcar. La mezcla entraba de maravilla. Bien granizada, a base de manivela, de tan rico trago se encargó Ricardo Bilbao. «En media hora está hecha», explicó, mientras recordaba lo que tendría que costar hace un siglo tener ese manjar entre las manos, cuando el hielo llegaba directamente de las neveras de Gorbea.

Tren chu-chú

Estuvo abarrotado durante todo el día para recorrer Llodio de punta a punta, desde Gardea hasta Areta

La garrafa y las pastas les duraron toda la mañana en una kalejira que les llevó hasta la Herriko Plaza, donde a eso de las dos y cuarto bailaron el aurresku y la soka-dantza tradicionales para encaminarse después a Aldai, donde Rakataplá había preparado «450 raciones de ensalada y sukalki y algunas de pasta con verduras para quienes prefieren opciones vegetarianas», explicó Jagoba de la Torre.

Casi tanta maña como los mayores se dieron los menores de 16 años, que participaron en el concurso de pinchos fríos de Kirikiño. Ander Fernández les entretuvo con un bingo de alimentación mientras el jurado se tuvo que emplear a fondo para decidir quiénes eran los ganadores.

En el mismo escenario, Erlantz Miguélez, presidente del club de ajedrez de Llodio venció en las doce partidas simultáneas que jugó durante la mañana. «En una hemos hecho tablas», añadió. El grupo está encantado con la acogida de sus actividades que promueven durante el año en la ikastola y La Milagrosa y de cara al público en cuanto tienen ocasión.

Otra de las actividades de la jornada fue el tren chu-chú que durante todo el día recorrió el pueblo en una de las iniciativas novedosas de estas fiestas. «Hemos ido hasta el último puente de Gardea y luego hasta el de Areta para ver todo el pueblo. Ha sido un recorrido precioso», explicó Adela Mañoso, encantada con el viaje.