Llodio recurre a las verduras y al pan de caserío para llenar la despensa

«Vamos a comer con los hijos, que están haciendo paella. Nosotros llevamos el postre, que es ecológico», han explicado mientras completaban la compra con verduras de caserío. Lo mismo ha pensado Aitor Orbaneja, de Gardea, que después de hacer la compra en el supermercado, se ha pasado por la feria y se ha encontrado «con un pan de maíz como el que hacía mi abuela y no he podido resistir el capricho. Este no llega a mañana», ha asegurado.

Entre los baserritarras que se han dado cita este viernes en la feria, estaban los habituales, que acuden cada jueves y sábado a la plaza Aldai de Llodio. Iñaki Urquijo ha llenado el puesto de manzanas, patatas, acelgas, tomates... «Nosotros vendemos la mayoría en cestas semanales», ha apuntado. Muy cerca, Alberto Camino casi se ha quedado sin género antes del mediodía. «Se nota que la gente ha vuelto de vacaciones y tiene la despensa vacía. Estos días estábamos regalando los calabacines porque hay muchos, y hoy se están vendiendo bien, aunque el tomate es el rey», ha añadido.

Leire Ibarrola, de Izoria, también ha desembarcado en la feria con un espectacular queso de cesto, que desde la quesería familiar han contribuido a recuperar. «Suelen ser pequeños, como del tamaño de una mano, pero este lo hemos hecho con 30 litros de leche y lo vendemos en porciones», ha aclarado.

En el patio cubierto del instituto, casi 450 personas han compartido las 37 paellas que han participado en el concurso gastronómico que organizan las peñas Bagabiz, Gautxoriak y Txilardiak. Alazne Ruiz, de esta última, ha explicado que «ha venido mucha más gente que el año pasado, que lo hicimos el 17 de agosto». Han pasado calor, pero el ambientazo ha sido inmejorable entre las peñas que todavía tienen por delante dos días de fiesta. Erik Mendiguren, de Galtzagorri, ha preparado una paella personalizada. «Tenemos un amigo alérgico y le hemos puesto carne y mariscos de concha para que él también pueda comer», ha explicado. También Aida Ispizua, de Ardibeltz, ha aclarado que «nuestro secreto es el producto de la huerta de uno de los miembros de la cuadrilla que nos abastece de verdura. Además, le hemos añadido rape y txipirón», segura del éxito del preparado.

Mientras tanto, en el tercer encierro de las fiestas, que ha estado muy concurrido, no se han registrado incidentes, aunque como ocurre siempre antes del inicio del recorrido, la Policía Municipal ha tenido que sacar a los menores de 16 años que se cuelan pese a tener restringido el acceso. Las vaquillas han tenido entretenido al público hasta pasada la una y media de la tarde.