Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
El ritual tradicional del Carnaval se ha convertido en un desfile de disfraces que apenas diferencia a unas localidades de otras, pero Llodio trabaja desde hace varios años para recuperar una fiesta mucho más ancestral, que forma parte de su patrimonio inmaterial pese a que ... había caído en el olvido durante años. Se trata del 'Basaratuste' o 'Kanporamartxo', el 'Carnaval del bosque' que retrotrae a los participantes a sus orígenes, a la tierra, a las personas mayores que todavía guardan la fiesta que se celebra domingo anterior al Carnaval, en este caso, el 16 de febrero.
Félix Mugurutza, investigador llodiano, apasionado por la cultura y las raíces ha jugado un papel fundamental en su recuperación y este año, se volverá a citar con cualquiera que desee participar en el encuentro cerca de la ermita de San Juan del barrio de Larrazabal alrededor de un buen fuego en el que se asarán, pinchados en un palo, los productos del cerdo que cada asistente aporte a la jornada. «Es la reminiscencia de una antiquísima ofrenda de alimentos que se le hacía al gran bosque, de nuevo para que despertase y cogiese fuerzas para producir todo aquello que necesitaban los humanos», explica Mugurutza. En la fiesta el protagonista es el cerdo, alrededor del que giraba la vida en el caserío, básico en la alimentación de los seres humanos durante siglos.
La cita será a mediodía y en los últimos años se ha aderezado con nuevos elementos. El año pasado, por ejemplo, se plantó cerca de la ermita un retoño del árbol de Gernika en la que participaron varias autoridades, el exalcalde, Natxo Urkixo, y la presidenta de las Juntas de Bizkaia, Ana Otadui. Con este retoño se recuerda a 'guzuraretx' (el roble de las mentiras). El árbol vuelve a materializar el recuerdo de uno de los vecinos del barrio, Juan Mari Ibarrola Ojenbarrena, que rememora la presencia de un árbol parecido «en un cruce de caminos como un lugar de intercambio de anécdotas, noticias y chascarrillos», explica Mugurutza. El árbol, ya en crecimiento, se va a medir este año para comprobar su evolución. Medir el perímetro del tronco para comprobar cuánto ha engordado, es «un ritual que pretendemos repetir cada año», asegura el investigador y responsable de Patrimonio de la localidad. Antes de tomar medidas, los asistentes cantarán el 'Gernikako Arbola' y 'El roble y el ombú' del llodiano García Arcelus que fue el himno de los vascos en la diáspora y enlaza los dos árboles emblemáticos del País Vasco y Argentina.
Después, con los 'txitxi-burruntzi' en la mano, todo el mundo podrá acercarse al fuego para asar el tocio, el chorizo y la costilla y disfrutar de la música que ofrecerán los Arlotes y la trikitrixa de Koldo Etxebarria.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.