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Los 260 socios del club de pádel que utilizan las pistas deportivas de Gardea están de enhorabuena. El Ayuntamiento ha decidido sustituir a la empresa encargada del mantenimiento. La presidenta del club, Aintzane García, está contenta. «Ahora el césped de las pistas ya está pegado ... y no se levanta cuando hay fuerte viento, como venía ocurriendo hasta la fecha», señala. Entre las ventajas de la nueva concesión se incluye que «se encargará de extender la arena para que quede dentro del 'pelo' del césped y no resbale». Y es que, hasta ahora, las quejas eran múltiples porque los patinazos han provocado lesiones.
Los usuarios reclaman que se hagan mejoras en la cubierta para evitar que el agua entre por los laterales cuando llueve y las pistas se encharquen. «En esas situaciones no se puede jugar porque la pelota no bota», argumentan. Asimismo, el club de pádel espera que las cuentas municipales incluyan su petición para que se construyan otras dos canchas más. Aintzane García reconoce que desconoce «los requisitos urbanísticos o técnicos, pero esa ampliación –que se lleva pidiendo desde hace años– sería ideal».
Lo cierto es que las instalaciones actuales no dan abasto. Para disponer de una hora por la tarde hay que apuntarse con una semana de antelación «porque en un par de minutos las pistas están reservadas», explica la presidenta. Con las instalaciones actuales pueden jugar 32 personas a lo largo de la tarde, que es cuando más se satura la instalación. Ha habido usuarios que incluso han optado por jugar en recintos privados, mucho más caros. La afluencia suele ser menor las mañanas y los fines de semana por la tarde.
La demanda es tan alta que «tenemos un grupo de whatsapp con casi todos los socios para que cuando se produce alguna baja de última hora se pueda cubrir el hueco», explica. Hay que tener en cuenta que son cuatro las personas que pueden jugar a la vez. Tener más pistas también permitiría ampliar las horas de clases para que más personas puedan practicar este deporte y «participar en la Liga Vasca o series, algo que ahora es imposible», plantea Aintzane García.
Esas apreturas limitan la práctica de una disciplina que cada vez tiene más adeptos «porque lo puede practicar cualquier persona sin tener una condición física especial». A eso se une que Llodio acoge a personas aficionadas procedentes de otras localidades cercanas donde no hay instalaciones como Luiaondo y Okondo, aunque ambas localidades aspiran a contar con este tipo de instalaciones para cubrir la demanda.
En Amurrio acaban de abrir tres nuevas pistas y están también llenas. La demanda se ha podido apreciar esta Navidad. «En el campeonato que organizamos se llenaron todas las plazas en dos días y se quedaron 24 personas en reserva», comenta García.
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