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Lo que queda del caserío Etxebarri, en Goikoplaza, se va a consolidar a partir del próximo lunes, cuando comenzarán las obras «en la estructura y en los cerramientos exteriores que aún se mantienen en pie, con el objetivo de finalizar la urbanización con un gran ... jardín abierto del que forme parte el caserío», explicó ayer el concejal de Desarrollo Urbano, Ander Larrinaga.
Se trata de una primera fase en la que «se consolidará la ruina del caserío, controlando su deterioro, garantizando la estabilidad de las fábricas que quedan en pie y aumentando la seguridad de las personas que pudieran acercarse al lugar». La obra supondrá una inversión de 220.000 euros y seis meses de trabajo adjudicado a la empresa Arquirest, «responsable entre otras de las obras en la Catedral Santa María de Vitoria», adelantó el concejal. La adjudicación de las obras ha sido un proceso largo y costoso porque quedó desierto el año pasado cuando se inició el trámite por primera vez y ha sido necesario volver a repetirlo.
El principal interés del caserío son las pinceladuras del siglo XVI atribuidas a Juan de Armona que aparecieron en 2019 bajo el alero del tejado tras un incendio que destruyó gran parte de la cubierta. Las pinturas permanecieron sin protección hasta el año 2017, cuando se instaló una cubierta permanente, pero para entonces ya se habían perdido la mayor parte de las pinturas. El edificio es un Bien Cultural con categoría de Monumento incluido en el Inventario General del Patrimonio Cultural Vasco y desde octubre de 2020 está incluido en la lista roja de Hispania Nostra que da a conocer el patrimonio en peligro de desaparición.
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