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Una lluvia de gaseosa y confeti ha acompañado al Chupinazo. Blanca Castillo

Fiestas de Llodio 2024

Llodio estalla de alegría

Itzelak, que celebra su trigésimo aniversario, ha lanzado el Chupinazo que da inicio a los 'Sanroques'

Jueves, 15 de agosto 2024, 13:08

Los 'Sanroques' ya han dado comienzo en Llodio. La alegría se desborda por las calles de la localidad alavesa al ritmo de la música de charangas, una batucada y, cómo no, de la mano de la Agrupación Musical San Roque. A las doce de ... este mediodía, las chicas de Itzelak, que celebra su trigésimo aniversario, han sido las encargadas de lanzar el cohete.

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Ellas han querido aprovechar la ocasión para enviar un mensaje de agradecimiento «a los que nos enseñaron a querer las fiestas». Por su parte, Ainize Gastaka, alcaldesa de Llodio, ha realizado un llamamiento para que los ciudadanos disfruten, con respeto, de los festejos.

Las cuadrillas se han adueñado de inmediato de la fiesta, ya que se han lanzado a disfrutar en medio de una lluvia de gaseosa y confeti -aderezada con kalimotxo- para aguantar lo que les espera hasta el próximo 25 de agosto.

Plástico

En cuanto la plaza se ha empezado a despejar, ha entrado en acción la brigada de limpieza integrada por quince personas. En unos minutos han retirado las botellas de plástico que alfombraban el suelo. «Lo tenemos que hacer rápido porque la kalejira termina aquí mismo, en la Herriko Plaza, y luego va a seguir habiendo actividades en el escenario», ha explicado el encargado, Roberto San Miguel. «Lo más complicado de retirar es el confeti, pero pasaremos la barredora y quedará limpio. Cristales solo hay en los soportales, de los bares cercanos. La mayoría es plástico». Dicho y hecho.

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La actuación de Los Arlotes se ha retrasado hasta el final de la kalejira. A eso de la una menos cuarto, Los Arlores ha empezado a desgranar el repertorio de su creador acompañados por un coro de espontáneos que ya se saben al dedillo las letras del cancionero.

A esa hora, las cuadrillas se han trasladado en masa a la zona de las txosnas, donde no cabía ni un alma. A partir de entonces, los bares se han ido llenando y en los centro no cabía ni un alma. Hoy ha sido imposible encontrar un sitio para comer en Llodio porque las reservas ya estaban hechas desde hace semanas.

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