El Ayuntamiento de Llodio ha adjudicado a la empresa Oboid la instalación de radares de velocidad en las calles Virgen del Carmen 23, en el centro urbano, y Goineuri 32, en el barrio de Ugarte. Las 'cajas' se instalaron en su momento, pero estaban vacías ... porque carecían de equipos medidores de la velocidad. En las próximas semanas finalmente se instalarán. Sin embargo, la simple colocación de esas cabinas -aunque estuviesen sin nada dentro- ya había animado a los conductores a respetar los límites de velocidad al circular por estos dos puntos del municipio.
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El Ayuntamiento pagará 88.862,40 euros por el equipo y su mantenimiento durante cuatro años y así podrán sancionar las infracciones que se cometan en ambos puntos. En Goienuri, la velocidad está limitada a 50 kilómetros por hora y en Virgen del Carmen, a 30.
El equipo podrá trasladarse de una cabina a la otra y tendrá que permanecer un mínimo de treinta días en cada ubicación. Está equipado con cámara y flash. Es capaz de distinguir entre vehículos ligeros y pesados según su longitud y puede identificar el carril de circulación.
El radar permitirá identificar a los vehículos que cometan infracciones. Registrará la fecha y hora y podrá captar hasta dos imágenes de cada automóvil. Además, llevará una estadística del número total de coches que han pasado por sus inmediaciones y cuántos sobrepasaron los límites de velocidad.
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Las cabinas se instalaron a finales de 2021 y están colocadas a la altura de la entrada de las piscinas descubiertas de Ellakuri, en la recta de Ugarte, y frente a la calle Doctor Fleming. Su colocación coincidió con una campaña de la Policía Municipal de Llodio para controlar los excesos de velocidad y respondió a «las numerosas quejas que se han recibido», dado que ambas son zonas muy frecuentadas por personas mayores o para pasear.
El Plan de Movilidad Urbana Sostenible del municipio «ha detectado es que en varios puntos se circula por encima de los límites permitidos. En el caso de la carretera de Okondo, incluso por encima de os 100 km/h», señaló en su momento el equipo de gobierno municipal, quejas que se han seguido produciendo en esta legislatura.
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En la zona de Ellakurri, la instalación de la cabina coincidió con la construcción de un nuevo paso de cebra a la altura del cruce de Arraño para contribuir a reducir la velocidad. También se señaló entonces que la instalación de los radares «no tiene fines recaudatorios» y es que el Ayuntamiento ha asegurado que «todos los fondos que se recauden van ir a parar a fines sociales».
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