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Las piscinas del polideportivo de Llodio permanecerán cerradas hasta que se recuperen los valores normales en la calidad del agua. El lunes se detectaron valores anómalos de «pseudomona aeruginosa» tras «el análisis normativo del control de calidad del agua», según ha explicado el Ayuntamiento. En ... la instalación descartan que sea peligrosa. Inicialmente, estaba previsto resolver la incidencia en pocas horas, pero finalmente, ha sido necesario cerrar la instalación, a la que no se puede acceder desde el miércoles. Según ha explicado el Ayuntamiento, se ha hecho una «limpieza de los vasos y filtros, hipercloración y aumento de la recirculación del agua» aplicando el plan de autocontrol del polideportivo. Una vez realizada la limpieza, «se tomará una nueva muestra del agua para analizar. Los resultados se obtienen pasadas 48 horas».
Aunque inicialmente estaba previsto reabirir la piscina el sábado, los representantes municipales aseguran que «informará sobre la reapertura de las piscinas cuando estas medidas surtan efecto».
Los usuarios de la instalación, por su parte, han mostrado su malestar porque «no nos han avisado de lo que estaba ocurriendo. Yo vine a nadar el martes por la tarde, cuando ya se había detectado la bacteria. Espero no haberme contagiado», aseguró una nadadora.
Otros han seguido acudiendo a la piscina «porque nadie nos ha avisado de que estaba cerrada», aseguró otro afectado, que tuvo que regresar a su casa sin poder hacer el ejercicio que tenía previsto. Otros muchos se han encontrado con la sorpresa de que tampoco es posible reservar hora para ir a nadar y que, en consecuencia, tienen que retrasar sus citas hasta dentro de unos días.
Esta bacteria ya afectó en su momento a las piscinas de Vitoria, en los centros cívicos de Aldabe, Ibaiondo, Mendizorroza, Salburua y San Andrés, aunque en realidad se trató de un error de medición. Eso no impidió que todas las piletas se cerraran en el mes de julio.
No es la primera vez que el polideportivo de Llodio tiene que hacer frente al cierre de la instalación por la presencia de bacterias. En 2001, la situación fue mucho más grave porque la muerte de una mujer que frecuentaba la piscina desencadenó el cierre del recinto y una limpieza completa de su interior; aunque la cepa que se encontró en la instalación y la que ocasionó la muerte de la mujer eran diferentes.
Tras una limpieza en profundidad, que se prolongó hasta Navidad, se volvió a detectar otro foco de legionella en enero de 2002; lo que obligó a cerrar de nuevo la instalación hasta que se reabrió en febrero.
El polideportivo tuvo que cerrarse de nuevo en junio de 2003 por la presencia de bacterias de legionella en el agua. En aquella ocasión, se trató de un análisis rutinario que obligó a desalojar la pileta y a realizar una nueva limpieza.
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