El llodiano Josu Hernández, campeón mundial de culturismo: «Estoy en una nube»

Su esfuerzo es diario. Entrena cada día y agradece la labor de su preparador, Rubén Fernández, y de toda su familia, que ha colaborado para que su trayectoria competitiva haya tenido este colofón por ahora. «Hago dos horas diarias de pesas y luego, algo de cardio, dependiendo del día», señala. Sin embargo, lo que más le ha costado en todo este tiempo ha sido acostumbrarse a la alimentación. Sus 1,75 metros de altura y 78,5 kilos de peso, sin un gramo de grasa se logran a base de constancia y «tenerlo todo medido con seis comidas diarias».

Josu está encantado, pese a los esfuerzos que supone, que esta misma mañana haya desayunado 250 mililitros de claras con dos huevos, cien gramos de avena, un yogur, 75 gramos de fresas y un café con leche de almendras. «Al principio me costaba más. Ahora, ya me he acostumbrado», asegura. Y ahora, que ha terminado la competición por este año, se permitirá «algún helado, una paella o una hamburguesa» porque a sus 34 años, es padre de dos hijos de cinco y un año respectivamente, que «están encantados» con los premios de su aita.

Su planes de futuro pasan por la profesionalización de lo que se ha convertido en su pasión. «Tengo pensado dedicarme a esto porque he aprendido mucho en estos años de competición». Pese a las dificultades de compatibilizar su familia con un trabajo a turnos de ocho horas diarias, Josu Hernández, ha encontrado su espacio de felicidad y piensa seguir profundizando en él durante los próximos años «para ayudar a otros que quieran seguir este camino».