Llega el primer tren 'Civia' para hacer pruebas en las líneas de cercanías de Bilbao

El trabajo que está realizando el tren consiste en medir los gálibos (las alturas de la catenaria), los andenes, los radios de las curvas y todas las vías para comprobar que el tren circula sin obstáculos por toda la red ferroviaria porque, en caso contrario, es necesario «hacer adaptaciones. Es una cuestión de operatividad interna», ha explicado Renfe.

«Se trata de la primera señal del cambio que se avecina en los trenes de Cercanías de Bilbao, que podría tardar en materializarse todavía cerca de un año», según ha confirmado el personal de la compañía. Ese será el tiempo que transcurra hasta que la flota actual, de 21 convoyes que comunican Bilbao con Orduña, Santurce y Muskiz, sean sustituidos completamente. En el caso de las estaciones alavesas de Llodio, Amurrio y Ayala, por las que pasa la línea C-3 Bilbao-Orduña, se han realizado ya las adaptaciones de andenes en la mayoría de ellas para que estos trenes puedan circular sin problemas.

Las nuevas unidades se conocen con el nombre de 464 y tienen cuatro coches. Son cuatro metros más largas de las actuales y tienen más capacidad. Sobre todo, cuentan con accesibilidad universal y aseos adaptados. «Cualquier persona con silla de ruedas podrá subir por la puerta adaptada que tienen todos estos trenes porque no habrá escaleras ni hueco respecto al andén», han señalado las mismas fuentes. «Son unidades que tienen veinte años, pero están bien cuidadas» y sustituirán a las actuales, que casi les doblan la edad. Precisamente, la dificultad para reponer las piezas y hacer arreglos en los trenes que están circulando ahora provoca retrasos y cancelaciones con frecuencia.

La llegada de 16 nuevos 'Civia' se producirá a finales de 2025 y principios de 2026, cuando Renfe estrene las nuevas unidades en las que ha invertido 4.000 millones para las cercanías de Madrid y Barcelona. Las primeras máquinas del contrato se empezaron a entregar en agosto pasado, pero el proceso hasta que se fabriquen los 280 convoyes que necesitan la capital estatal y la catalana tardará todavía más de un año.

Precisamente en la comarca de Ayala, los colectivos de pensionistas han iniciado un movimiento de protesta para exigir trenes accesibles y aseos que se ha materializado ya en numerosas concentraciones en las estaciones de la línea. El mismo lunes se celebrará una nueva manifestación en la estación de Llodio para «facilitar a las personas con problemas de accesibilidad el acceso a los trenes de la línea C3 entre Orduña y Abando», han explicado.