Cierre de Guardian Llodio

Guardian Llodio inicia el apagado del horno «bajo la supervisión» del Gobierno vasco

Sin embargo, los sindicatos aseguran que no es así, que la desactivación de esta maquinaria industrial la dejará «inutilizada». Iker Olazabal, portavoz de ELA, ha asegurado que el proceso, iniciado sin vaciar el horno de vidrio y estaño, hará que «el inversor que venga en un futuro tendrá que construir un horno nuevo». «Se solidificará todo el material que hay dentro, más de dos metros de vidrio que hay actualmente en la instalación», ha señalado.

Este mismo sindicalista se ha encargado también de anunciar el inicio del apagado del horno. «Es un proceso que no tiene marcha atrás, que se está desarrollando sin ninguna oposición de las instituciones, de una forma controlada a su manera. Es decir, como estaba programado por la empresa desde el principio», ha afirmado con contundencia.

Aunque la empresa había ordenado hacia las 8.00 horas pulsar el botón de parada de su principal infraestructura, dicho proceso no había comenzado porque los trabajadores se han opuesto al inicio de esta operación. Para apagar el horno de vidrio flotado es necesario 'dejar de alimentarlo'; esto es, no echar más arena que se convierta en vidrio con el calor. Eso no ha ocurrido hasta cerca de las 11.00 horas, cuando ha dado comienzo un proceso que, según los sindicatos, durará «tres o cuatro horas».

En consecuencia, ELA y LAB han decidido suspender la huelga indefinida que tenían previsto iniciar mañana. Se mantiene, no obstante, la manifestación convocada el viernes a las 18.00 horas. En esa marcha, que arrancará desde la entrada de Guardian, se expresará la misma angustia que se ha dejado ver esta mañana en los aledaños de la factoría. Allí, más de un centenar de personas entre empleados, familiares y personas ligadas a otras fábricas de la comarca han protestado por el cierre de la antigua Villosa con una gran pancarta con el lema 'Guardian ez itxi' ('Guardian no cierra').

Una vez el horno se quede a temperatura ambiente, se desarrollarán dos procesos. Por un lado, tocará abrir la negociación del ERE para extinguir los contratos de los 171 trabajadores de la planta alavesa. Mientras, las instituciones seguirán en la labor de búsqueda de inversores para Guardian, donde la alcaldesa de Llodio, Ainize Gastaka, ha apuntado a un grupo extranjero interesado en comprar Guardian.

La empresa ya recalcó ayer su intención de empezar hoy con el enfriamiento. Una medida «urgente» porque el aparato de Llodio presenta unos daños que «no han sido vistos por Guardian en ninguno de nuestros hornos». Ahora ese procedimiento ya está en marcha.