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Tras el cierre, las reacciones en torno al cierre de Guardian en Llodio no se han hecho esperar. Por un lado han estado las instituciones, que a pesar del «malestar» y la «sorpresa» de la noticia trabajan ya en la búsqueda de un socio industrial ... que mantenga la actividad en la histórica factoría alavesa. Así lo ha trasladado el Ejecutivo foral en un comunicado en el que asegura que busca, junto al Gabinete Pradales, «dar continuidad a la actividad» con un «nuevo proyecto empresarial sólido y de futuro».
La Diputación sostiene que «las instituciones alavesas y vascas han ofrecido su colaboración a la empresa de manera constante durante los últimos años, buscando garantizar el futuro de la planta en la comarca de Ayala». En ese sentido, el Gobierno alavés manifiesta «malestar» por el cierre anunciado este martes.
En una línea similar se ha pronunciado Mikel Jauregi. El consejero de Industria ha lamentado la «mala noticia», que ha sido una «sorpresa» para el Ejecutivo autonómico. El responsable vasco ha expresado su intención de «intensificar las conversaciones con la empresa para ver si de alguna manera podríamos dar paso a otras personas que sí estarían interesadas en seguir con la actividad industrial».
Jauregi ha explicado que mantuvieron conversaciones con los responsables de Guardian antes de Navidad y que entonces hablaron de los altos precios de la energía, pero no discutieron nada específico sobre la fábrica de Llodio. Ha sido hoy mismo cuando la empresa ha trasladado este problema al Ejecutivo vasco, al mismo tiempo que la plantilla conocía la noticia.
En la parte socialista del Ejecutivo, el vicelehendakari Mikel Torres ha manifestado su «preocupación» por la clausura, que llega a una comarca «que ya ha sufrido otros cierres importantes». «Ahora se abre un periodo en el que debemos hacer todo lo que esté en nuestras manos para que esta empresa pueda, con otros socios, mantener la actividad y el proyecto empresarial en Euskadi», ha afirmado.
Torres, que ostenta la cartera de Economía, Trabajo y Empleo ha asegurado, además, que el Ejecutivo «vigilará de forma rigurosa que se cumple la legislación vigente» durante la tramitación del ERE mediante la Inspección de Trabajo. El Gobierno, además, «estudiará si concurren las causas especificadas por la empresa» para ejecutar el cierre y los despidos.
Especialmente duro ha sido el mensaje de la patronal. Portavoces de SEA Empresas Alavesas han pedido «reflexionar sobre si estamos en el camino correcto para garantizar la competitividad actual y futura de nuestras empresas» después del anuncio de Guardian, una noticia «negativa» para la organización que lidera Juan Antonio Sánchez Corchero.
En la parte social, el sindicato ELA, principal central en Guardian, denuncia que la dirección ha comunicado el cierre al Comité de empresa en una reunión sorpresa y critica que la multinacional continúa destruyendo industria y empleo en el territorio. «Tras alegar motivos económicos y técnicos poco creíbles para ELA, Guardian cierra el círculo iniciado con el desmembramiento de la fábrica en 2020 con la venta de la parte de automóvil (Glavista) y posterior cierre para finalmente proceder al cierre de lo que quedaba de Guardian en Laudio», censura el sindicato, que apela «a las Instituciones, y en concreto al Gobierno Vasco, a que no permitan la desindustrialización y tomen medidas para evitar el cierre de la planta».
Por su parte, LAB sólo ha publicado en la red social X (antes Twitter) un brevísimo post de su delegación en el valle de Ayala en el que pide frenar la «desindustrialización» y la «destrucción de empleo» en la comarca. «Itxierik ez!, Aski da!», sentencia la central ante la noticia del cierre.
En el apartado político, el PNV ha mostrado su «disposición a trabajar junto con todas las partes implicadas en la búsqueda de un nuevo proyecto empresarial que sea sólido y viable, asegurando el empleo y el desarrollo económico de la comarca». La formación se dispone a «impulsar iniciativas que permitan minimizar el impacto de esta decisión y garantizar un futuro esperanzador para Laudio». Los jeltzales consideran que la decisión de la multinacional Koch Industries es «preocupante» dado que supone «un duro golpe para la economía local y para las familias». A ellas y a la plantilla de la factoría, han trasladado su «apoyo». El PP por su parte ha pedido la comparecencia del diputado general tras conocer la noticia «para que dé explicaciones sobre cuál es la situación ante el anunciado cierre». La solicitud de comparecencia de Ramiro González ya se ha registrado en las Juntas Generales de Álava.
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