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El polvo de madera generado en la fabricación de tableros de contrachapado ya tiene una nueva vida. Se va a convertir en nuevos paneles «con propiedades avanzadas para el sector de la construcción», explica un portavoz de la empresa Garnica, que tiene una de sus ... cinco plantas productivas españolas en Álava. Esta firma y el Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico Tecnalia han colaborado en el desarrollo de este nuevo producto que «ha arrojado resultados prometedores en cuanto a propiedades mecánicas, reacción al fuego y conductividad térmica». El objetivo del apoyo entre Garnica y Tecnalia es impulsar las políticas de economía circular y sostenibilidad de manera que los residuos de madera, en este caso la materia seca vegetal o polvo de lija, «se conviertan en materias primas para producir nuevos productos y materiales de alto valor añadido», señalan.
Garnica produce cada año 17.500 metros cúbicos de polvo de lija y ha colaborado con Tecnalia para que dejen de ser un residuo. Así que han desarrollado conjuntamente un panel 'sandwinch' en el que las caras exteriores están hechas de tablero rígido compuesto por un 80% de polvo de lija y el núcleo de una espuma con hasta un 30% del mismo material. El resultado es un tablero con tratamiento de ignifugación para resistir al fuego y de hidrofobización para reducir hasta en un 40% la absorción de agua. «Se ha demostrado que la conductividad térmica de las espumas desarrolladas en el proyecto es muy similar a la que ofrecen otros productos aislantes comerciales como la lana de roca o la fibra de vidrio», destacan los impulsores del proyecto.
Con el desarrollo de nuevos productos como este, «sería posible reducir a cero la generación de residuos en las plantas de Garnica y desarrollar productos de altas prestaciones y mayor sostenibilidad para el sector de la construcción».
Maderas de Llodio forma parte de Garnica desde 2018, cuando la empresa riojana, fundada en 1941 en Baños de Río Tobía, adquirió la llodiana, donde se fabrican sobre todo tableros de pino.
Garnica ha realizado una inversión de cinco millones de euros en la planta llodiana para «impulsar nuestra estrategia de diversificación de especies de madera, así como para favorecer el crecimiento global y adaptarnos a las demandas de nuestros clientes». Las mejoras introducidas aspiraban a incorporar otras maderas en la fabricación «procedentes de plantaciones locales sostenibles gestionadas de forma responsable» en una empresa con 200 trabajadores.
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