«La epidemia ha afectado de pleno a la época de corderos»

Él ha librado por los pelos la campaña de corderos que acaba de superar el sector. «Tenemos dos temporadas al año, en febrero y en octubre, de cara a Navidad. La de ahora ha pillado de lleno a mucha gente, que no puede venderlos porque ahora no hay demanda», asegura Alonso. La situación ha llegado a tal punto que algunos corderos se han vendido por debajo de los 20 euros, una situación insostenible. Por eso, el Gobierno vasco ha tenido que financiar su compra con 30 euros por cordero hasta un máximo de 70 ejemplares por rebaño para poder sacrificarlos a los 25 días de su nacimiento «porque de otra forma, empiezan a crecer y ya no se pueden vender. Y encima nos quedamos sin leche», asegura el pastor. Una vez terminada la temporada de corderos, sigue la de leche, que se ha desarrollado con normalidad. «Han venido todos los días a recogerla», asegura.

Donde sí se ha notado un cambio es el forraje y los piensos para el ganado. «La soja, que es su ingrediente principal está por las nubes y han empezado a subir los precios. Mucho nos tememos que a raíz de esto, aunque se recupere la producción normal, los precios no vuelvan a bajar y la situación se convierta en insostenible, sobre todo si hay créditos por medio», teme Alonso.

A esas dificultades se une en el caso de Llodio, la falta de suelo para pastorear a las ovejas. «He tenido que alquilar un terreno en la localidad vizcaína de Arrankudiaga y dividir al rebaño, porque aquí no hay manera. Entre el uno de enero y el 1 de abril tenemos que sacarlas del monte público y hemos tenido que recurrir a esta solución», añade.

Alonso ha triunfado en varios campeonatos de perros pastor en Álava y Oñate, pero «me temo que este año, lo vamos a pasar de vacío», asegura. Confía en poder disputar el campeonato de Álava el 15 de agosto. Mientras sueña con revalidar sus títulos, adiestra a sus perros en el trabajo diario. «Ahora tengo que empezar de nuevo porque me he quedado sin el que tenía entrenado Se lo he dado a un amigo que se había quedado sin 'ayudante' y crío a los cachorros con biberón con la ayuda de mis hijos», añade.