La energía de Moonshine Wagon conecta a Artziniega con el Azkena

Estos cuatro chicos, han tomado las riendas del 'saloon' en el que se ha convertido el aparcamiento del frontón y han hecho vibrar las cuerdas de sus instrumentos a un ritmo endiablado. Sin batería; el violín, la mandolina, el banjo, la guitarra y el contrabajo se han adueñado del espacio en una mezcla rockera desenfrenada con aires folk norteamericanos que ha proyectado aire fresco para los oídos y mucha energía desde el escenario. Poner a bailar al público ha costado un poco más. Dutto les ha animado primero a acercarse pero un par de canciones después, ya se han lanzado a dar saltos. Aunque cantan en inglés, Moonshine Wagon ha logrado la conexión con las canciones en euskera. La versión del 'Txoria txori' de Mikel Laboa ha unido a todo el público en un coro que ha elevado sus voces por encima del escenario.

Dutto, un llodiano de la generación que se marchó a vivir a Luiaondo, actuó como portavoz de la banda y explicó a EL CORREO que «hay una gran cultural musical en esta zona, y nosotros ofrecemos un repertorio cañero, que eso es lo que nos gusta», así que se han sentido en casa. Podían haber salido del Far West, con sus largas barbas y su aire de chicos fornidos, pero su apuesta musical les ha hecho crecer en el panorama internacional, donde se han ganado un hueco en el palmarés del 'bluegrass' que les ha llevado ya por medio mundo y eso que en un alarde de gamberrismo han incluido una versión 'I want it that way' de Backstreet Boys al final de su repertorio con una forma de tocar que los de Florida jamás hubieran imaginado. «Gracias ama por regalarme mi primer cassette, que era de este grupo. Eres la mejor», reconoció Dutto a su madre, que estaba entre el público.

Ellos ya tienen confirmada su próxima parada en Rotterdam los días 23 y 25 de este mes y en septiembre tocarán en Tennessee. Siguen así con su gira de décimo aniversario y celebran sus cuatro discos en el mercado y desde esta tarde, su primer contacto con el Azkena Rock Festival.

Ha sido «una gran velada», como pronosticó Dutto porque han compartido el escenario con sus «grandes amigos», Micky and The Buzz, un quinteno bilbaíno que ha terminado de desatar al público. La potente voz de la italiana Micky Paiano ha desencadenado una oleada de vibraciones con muchas de sus canciones en clave feminista y las ha mantenido en el punto más alto con un jump-blues con aires rockabilly y punk que no ha dado opción al descanso con una vuelta a la década de los 50 llena de ritmos rockeros.