Trabajadores de Guardian Llodio, durante la manifestación del pasado viernes contra el cierre Igor Aizpuru

La Diputación insiste en que hay «varias vías abiertas» para garantizar el futuro de Guardian Llodio

Ramiro González asegura que ya había conversaciones con inversores antes del anuncio del cierre de la planta alavesa y llama a un «gran acuerdo social» por la comarca

Lunes, 3 de febrero 2025, 11:54

El cierre de Guardian Llodio ha centrado este lunes la sesión de la Juntas Generales de Álava. Dos semanas después de que la multinacional americana comunicase su decisión de apagar el horno, las instituciones insisten en trasladar tranquilidad ante la presencia de «varios inversores industriales» ... interesados en comprar la factoría. Así lo ha señalado el diputado general. Ramiro González ha llamado a un «gran acuerdo social para recuperar el atractivo inversor de Ayala para las empresas sin perder condiciones laborales».

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El diputado general ha trazado una cronología de las últimas semanas y su relación con la clausura de Guardian frente a las acusaciones de «falta de previsión» que han lanzado los grupos de la oposición. El máximo responsable del Ejecutivo foral ha asegurado que antes de que la empresa hiciese públicos sus planes «veníamos trabajando para garantizar la continuidad de la empresa». «Existían ya contactos dirigidos desde el Gobierno vasco con un posible inversor para el caso de que Guardian decidiese abandonar la actividad», ha señalado.

González ha explicado que las instituciones contemplaban ese escenario para el año 2028 y ya habían estudiado alternativas para que alguien asumiese el trabajo y la producción de la antigua Villosa. En la actualidad, según el diputado general, hay «varias vías abiertas» para permitir que alguien se haga con la factoría y mantenga el empleo y la producción.

El titular de la Diputación alavesa se ha acogido a la necesidad de «discreción» para no entrar en los detalles de dichas negociaciones, pero sí ha afirmado que el modo de proceder con el apagado del horno deja un hueco para la esperanza. «El enfriamiento planificado y controlado que se lleva a cabo a lo largo de varios días permite la continuidad de la actividad» y la «continuidad de las negociaciones», ha explicitado.

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González tampoco ha concretado el estado de las conversaciones con estos posibles inversores, pero sí ha detallado que lo que han trasladado esos potenciales compradores es que se puede continuar la actividad en Guardian pese al apagado el horno. Se podría hacer con una «inversión asumible», en diferencia con una parada en bruto como inicialmente había planteado la multinacional americana. Esos interesados son socios «industriales» y «locales», algo que a ojos del diputado general «garantiza el arraigo».

«Lo primero que ofrecemos a las empresas es Ayala»

El máximo responsable del Ejecutivo foral ha recordado conclusiones del PAI de Aiaraldea como las advertencias sobre la «necesidad de tener un reflejo mediático más amable y de mejorar las relaciones sindicales, laborales y sociales para reducir la conflictividad y el absentismo, así como las amenazas de deslocalización de grandes empresas y empeoramiento de las condiciones laborales». En base a ellas, ha apostado por un «gran acuerdo social para recuperar el atractivo inversor de Ayala para las empresas sin perder condiciones laborales» que vaya más allá del PAI -del que ha dicho que la Diputación ha ejecutado la práctica totalidad de sus inversiones- y que pase de un pacto político a un pacto social.

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El diputado ha admitido que puede haber una «sensación de desindustrialización» del valle de Ayala, pero ha contrapuesto al cierre de Guardian la decisión de otras empresas de trasladar producción de otros puntos de España a la comarca. En base a eso ha pedido ese pacto social por el valle que sirva de «rearme moral» para los vecinos de la zona.

«La política industrial en el territorio está funcionado», ha argumentado con ejemplos como las inversiones de Merlin Properties o Basquevolt. González ha explicado que «cuando una empresa acude a Álava para instalarse en este territorio lo primero que ofrecemos es Ayala», «pero el lugar donde se instalan las empresas privadas no lo decide la Administración». «Si queremos generar empleo industrial necesitamos que las empresas vean la comarca como un entorno competitivo», ha apelado.

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«Agonía televisada»

Desde la oposición, los grupos han criticado la «falta de previsión» del Ejecutivo alavés y han tildado de «muerte anunciada» el cierre de Guardian Llodio. Así lo han hecho tanto Eva López de Arroyabe -que desde EH Bildu ha hablado incluso de una «agonía televisada»- y el morado David Rodríguez, que ha afeado desde Elkarrekin Araba que «las instituciones no han reaccionado hasta el último momento».

Guillermo Sáez, procurador del Partido Popular, también ha afeado la «poca previsión» del Ejecutivo foral y ha mostrado «preocupación» por el impacto económico que va a tener el cierre sobre la comarca a tenor de su trayectoria económica de los últimos años. Los populares, que fueron los que pidieron la comparecencia de González, también han afeado la mala ejecución de proyectos ligados al plan de actuaciones de Aiaraldea como el Laudio Glass Hub.

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El diputado general ha replicado a la oposición con datos de ejecución de las partidas del plan de Aiaraldea, de los que defiende que la ejecución ha sido prácticamente total. Ramiro González, de hecho, ha especificado que el Glass Hub es la única iniciativa que no se ha desarrolado según lo previsto porque «es un proyecto que solo puede ejecutarse con la colaboración de las empresas».

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