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El último pleno de la Cuadrilla de Ayala antes de la celebración de las elecciones sirvió para que alguno de sus junteros se despidieran y para aprobar las bases del contrato más importante que suscribe la entidad; el de recogida de basuras en Llodio, Amurrio, ... Ayala, Artziniega y Okondo.
El nuevo contrato supondrá un aumento sustancial respecto al actual, que cuesta 1,15 millones de euros anuales. La cifra de salida prevista en las nuevas bases aprobadas ayer es 1,85 euros anuales. ¿En qué se va a notar esa diferencia?. En primer lugar, en una probable subida de la tasa de recogida de basuras y después, en que los camiones serán nuevos porque es una de las condiciones que se impone a las empresas que opten al contrato. La maquinaria actual está obsoleta y solo podrá seguir utilizándose ocasionalmente. «Cuando los camiones cumplan ocho años, tendrán que renovarlos», señaló ayer la presidenta de la entidad, Encina Castresana.
Precisamente el periodo de amortización de la maquinaria condiciona el plazo del concurso. «Será de siete años y uno de prórroga», avanzó Castresana, en lugar de los cuatro años actuales, a los que se podrían añadir dos de prórroga. El contrato anterior se adjudicó en 2019 y la empresa Cespa, que se hizo con el servicio, ha decidido renunciar a las prórrogas que le correspondían, con lo que la Cuadrilla se ha visto obligada a convocar un nuevo proceso de selección.
Otra de las novedades del nuevo contrato es el tipo de servicio. «Queremos ampliar la recogida selectiva y extender la experiencia piloto para recoger los residuos orgánicos mediante contenedores cerrados que hemos implantado en Luiaondo, al resto de las localidades», señaló la presidenta. Este sistema entrega una llave electrónica a los usuarios que solamente pueden abrir el contenedor a través de este mecanismo, que al mismo tiempo controla la cantidad de residuos depositados y la frecuencia. De hecho, la Cuadrilla aspira a instalar estos mismos sensores en los contenedores de resto, donde ahora se deposita la basura que no se puede reciclar.
Para mejorar la recogida de residuos orgánicos, Castresana avanzó que «queremos acercarnos a los grandes productores tras la experiencia que ya hemos tenido con pescaderías, fruterías y locales hosteleros». A eso se añade el proyecto para instalar plantas de compostaje comunitario en Artziniega y Respaldiza, que se unirán a las que ya están funcionando en Izoria y en el barrio de Ugarte, en Amurrio. «Además, seguiremos con los cursos de compostaje domiciliario para reducir la producción de basuras».
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