La Cofradía de Llodio traslada su comida de San Roque al instituto

El traslado de la comida anual es una de las novedades que avanzó el mayordomo, José Mari Castillo, en la asamblea celebrada ayer en la campa de la ermita de San Roque, donde dio un repaso al último año. Con unas cuentas saneadas, aunque siempre pendientes de la llegada de nuevos ingresos, dio la bienvenida a los nuevos cofrades y desgranó los pormenores del traslado. «Hemos tenido que hacer dos nuevas parrillas gigantes para asar las morcillas en una posición elevada porque no podíamos hacer fuego en el suelo del patio del instituto. Pero nos servirán cuando volvamos al lugar habitual», explicó Castillo. La inversión ha ascendido a 2.000 euros y cada parrillada permitirá repartir 150 morcillas el 24 de agosto.

La comida, como en los últimos años, será de catering, aunque mantendrá el menú tradicional de sopa de pan, cocido de garbanzos y carne con tomate. De postre, una pera. Otra de las novedades, es que se ha abierto la posibilidad de que «los cofrades que lo deseen puedan recoger la comida y llevarla a su casa. De momento no se ha apuntado nadie, pero ya nos iremos acostumbrando», avanzó Castillo, que se propone mantener esta posibilidad para el futuro.

El mayordomo también explicó el esfuerzo realizado en los últimos meses para inscribirse en el registro de la propiedad intelectual, «que implica que el nombre y las actividades de la Cofradía nos pertenecen» y en el registro de asociaciones religiosas.

Este año, los homenajeados durante la comida del día 25 serán dos personas vinculadas a la música. La soprano Ariadna Martínez y el pianista Antonio Oyarzabal. Ambos destacan a nivel internacional por la calidad de sus interpretaciones y la Cofradía reconocerá sus trayectorias. Además, se entregarán las jarras conmemorativas a los cofrades que hayan cumplido cincuenta años como socios de la entidad y «un diploma que hemos rescatado de nuestro local de la calle Nervión por las obras de la plaza del mercado, que tenía mucha humedad. Lo hemos podido reconstruir para entregarlo a los que hayan cumplido 75 años como cofrades. Este año serán para Félix Bengoa y Juan Antonio Urquijo», señaló.

El mayordomo también detalló los proyectos en los que se ha embarcado la Cofradía y que esperan ver la luz en pocos meses. «Son dos libros, uno de dedicado a Luismari Otiñano Sáenz, de Josean Urkixo, y otro de los apellidos de Llodio vinculados a los caseríos y sus escudos heráldicos, de Igor Castillo». El dedicado a Otiñano, ya tiene título provisional, 'Oti, deportista ejemplar y referente de los valores humanos'. El protagonista del libro inició su carrera como delantero en el Villosa con 17 años y pasó por clubes como Basconia, Real Madrid, Málaga, Sabadell, Cádiz y Osasuna. Su categoría fue tan impresionante que en 1998, un año después de su muerte en un accidente de motocicleta en Málaga, el club El Candado, de la misma ciudad, instauró el Trofeo Otiñano a los Valores Humanos en el Deporte para reconocer el sacrificio, la entrega y el compañerismo. El premio se entregó durante 16 años a figuras tan destacadas como Vicente del Bosque o Sergio Scariolo.