El Covid lleva a Llodio a romper con una tradición del siglo XVI

Sin embargo, la crisis sanitaria generada por el coronavirus obligará en el futuro a introducir algunos cambios en la comida anual de la Cofradía, que este año no se va a celebrar, aunque se trata de una tradición que arrancó en 1599. Los cambios serán visibles sobre todo a la hora de compartir platos y jarras en este encuentro anual. «La forma de comer y de servir el vino responderá a criterios más modernos. Es algo que ya teníamos pensado», explicó el mayordomo de la cofradía, José Luis Navarro.

El pórtico de la iglesia reúne cada año a cerca de 400 personas, pero a la hora de compartir mesa y mantel se mantienen algunas costumbres medievales, cuya modernización estudiará la asamblea.

Ahora, grupos de cuatro cofrades comparten el mismo plato en una mesa corrida que ocupa todo el pórtico. En ese plato se sirve un menú que arranca con una sopa de ajo, continúa con un cocido de garbanzos con berza, zancarrón, pollo y una pera de postre antes de pasar al café, copa y puro. Lo habitual es que los cuatro integrantes del grupo coman del mismo plato, donde se va sirviendo la comida. Algo parecido ocurre con la jarra, donde se acumulan cuatro litros de vino, uno por persona. En ella se meten los vasos individuales para servir el caldo. Una vez terminada la jarra, se vuelca sobre la mesa.

Navarro asegura que «propondremos otra forma de llenar» los vasos en lugar de meterlos en el interior de las jarras. Los recipientes de dos azumbres (una antigua medida que equivale a dos litros) se mantendrán, dado que son uno de los elementos distintivos de la Cofradía. Tanto que cada año, el 16 de agosto, se entregan varias jarras de color blanco con dibujos azules a personas o entidades a los que la Cofradía reconoce su trabajo. El acto también se celebrará este año después de la misa en honor del patrón de las fiestas. Otro de los cambios que está por llegar es el de la vajilla y la cubertería ecológicas, para que su impacto ambiental sea nulo, según Navarro.

La reflexiones de la entidad antes de la asamblea, incluyen la ampliación de la mesa de la comida si es necesario mantener la distancia social en el futuro. «Es algo que está por ver, pero cuando empezó todo esto, empezamos a mirarlo», aseguró Navarro.

Los cambios finales se decidirán en la asamblea del domingo, donde se presentarán las personas que aspiren a formar parte de la Cofradía, incluso las mujeres, que pueden participar de la comida desde 2010.