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Asier lanza la maza. Una, dos, tres veces. Todas acaban en el suelo. La frustración es patente, pero no se rinde. Esta escena, que empieza a decolorarse por el paso del tiempo, ha dado lugar a un nuevo Asier, capaz de mantener en el aire ... no sólo las mazas, sino de intercalarlas con raquetas de tenis. Ha sido fruto de un esfuerzo y un compromiso personal, pero no solo suyo. También de Andrea, que empezó sosteniendo un precario equilibrio sobre un rodillo y ahora camina sobre un bidón; o de Josu, un artista sobre el monociclo.
Todos forman parte de la troupe del circo social. ¿Qué es eso? Un grupo de medio centenar de personas, algunas con discapacidad funcional, que va de pueblo en pueblo con un hato de burros para ofrecer su espectáculo circense. El objetivo es «reunirnos, sacar a esta juventud de casa unos días y mostrar de qué son capaces, cambiar la mirada sobre el colectivo, algo que ocurre cuando les ven actuar y el público percibe lo que pueden hacer», explica Oscar Ruiz de Azúa, profesor de Educación Física en el colegio Calasanz de Vitoria.
Él, junto a Iñaki González, que imparte clase en el aula inclusiva del mismo centro, pusieron en marcha el proyecto hace ocho años y con el tiempo crearon la asociación Azikarte. «Empezamos a trabajar con este colectivo de entre 18 y 25 años en un taller de circo que dio muy buenos resultados». Aquel trabajo creció con una experiencia de equinoterapia en Armentia, donde encontraron a Luis Salazar, de la asociación Ikiriki. De ahí surgió la idea de crear un circo social e inclusivo que, con el apoyo de la Fundación Vital, recorre cada verano desde hace cinco años los pueblos de Álava ofreciendo su espectáculo. Cinco burros acompañan al grupo, para «dar apoyo emocional y motivación», explica Salazar, porque el equipo se traslada en una furgoneta hasta cada pueblo, donde les ofrecen alojamiento y manutención durante su estancia.
El grupo ha preparado ya tres espectáculos que les han llevado a «la Llanada, Rioja Alavesa y Añana», explica Ruiz de Azúa. Este fin de semana recalan en Gorbeialdea. Ayer actuaron en el parque Ostuño de Izarra; hoy a las 18.00 en la plaza de Murgia y mañana a las 18.30 en el frontón de Ondategi con el espectáculo 'Enkajamos'. «Habla de la diversidad porque querían reflexionar sobre la necesidad de mantener nuestra propia individualidad», explica Ruiz de Azúa. La puesta en escena también depende del propio grupo, que decide la música, el vestuario o los números que van a poner en escena.
Cada año se suma a la gira otro colectivo. Esta vez, será Igual Arte, de Vigo, también con personas con diversidad funcional, que ofrecen su propio espectáculo. «El grupo tiene talleres de rock, danza, diseño y folklore». Son sus aportaciones a las actuaciones que recorren estos días los pueblos de Gorbeialdea.
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