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A las seis y media de la mañana suena el despertador de Ainara Blanco. Mientras se despereza, planifica el día. «Quince minutos para la ducha, quince para recoger la habitación, quince para desayunar y quince para ir a la estación de Llodio», repasa. A las ... 7.30 tiene que coger un tren hasta Bilbao. En Abando tiene que hacer un trasbordo para llegar a la estación de San Mamés. Cuarenta minutos cuando todo va bien. «Si no hay retrasos en el tren a Bilbao y hay uno que vaya a salir a San Mamés desde Abando cuando llego», puntualiza. Sale de la estación, sube a la parada de autobuses. «Allí suele haber cola y los autobuses se llenan enseguida a primera hora de la mañana», repasa. Si hay suerte, embarca en el autobús unos quince minutos después.
Desde allí, media hora de viaje hasta la Universidad de Leioa si no hay atascos. En total, una hora y veinte minutos para llegar desde Llodio a la Universidad de Leioa y otro tanto para volver al terminar las clases, una ruta que en coche o en autobús se hace en cerca de media hora desde Llodio.
Esta es la misma rutina que cada día repiten cerca de 150 jóvenes de toda la comarca de Ayala para ir a clase en la Universidad pública de Leioa. Si las salidas son desde Amurrio, Ayala, Artziniega y Okondo, los tiempos se multiplican porque las distancias aumentan y los trasbordos también.
Este trajín termina por provocar una vida con horarios desordenados. «Llega a casa pasadas las tres de la tarde, cuando ya hemos comido todos en casa», señala el aita de Ainara. Pero de momento no hay nada que hacer porque los universitarios ayaleses que estudian en Leioa siguen sin tener un autobús que les lleve directamente a sus clases. Hace dos años años se perdió la conexión diaria desde la zona hasta la localidad vizcaína, que pagaban los propios interesados, y no tiene visos de recuperarse.
Las familias han intentado ya en dos ocasiones reactivar el servicio, pero los números no dan. «No hemos llegado ni a una treintena de solicitudes», explicó uno de los promotores de la recogida de peticiones de este año.
La única solución pasa ahora por la implicación institucional para financiar el servicio y garantizar así esta conexión. Ayuntamientos y Cuadrilla de Ayala han recabado datos durante los últimos meses para conocer la demanda que existe de este servicio, pero de momento, no han adelantado conclusiones. La próxima semana, la Cuadrilla de Ayala se reunirá con el departamento foral de transportes y el tema se pondrá sobre la mesa para buscar soluciones.
Autobuses Cuadra ha estado haciendo el recorrido entre las localidades del Valle de Ayala y la Universidad de Leioa durante años, «pero ahora es imposible competir con el precio del transporte público, que es gratuito hasta Bilbao, y el autobús cuesta la mitad», explicó Idoia Cuadra, responsable de la empresa. Porque no es solo que haya que poner un autobús de ida y otro de vuelta. «Es que tienen horarios diferentes, hay que poner varios enlaces», explicó Cuadra. Pero no hay masa crítica suficiente para sostener un servicio que se abarata cuanta más gente lo use.
Es la misma razón que daban el año pasado las familias que impulsaron la recuperación del autobús. Paco Canive explicó entonces que «la gratuidad de los viajes en tren» impulsa a las familias a optar por la opción más económica, aunque mucho más gravosa en tiempo. «Esto durará mientras los viajes en tren sean gratuitos», insistió Canive. De momento, esa gratuidad se mantendrá hasta el mes de diciembre.
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