La recogida de firmas intenta impedir el cambio de nombre del centro escolar por Mendiko Eskola. S. E.

700 firmas en favor del nombre de Lucas Rey para el colegio de Amurrio

Un grupo de vecinos se opone a que el centro pase a llamarse Mendiko Eskola, como pretende el consejo escolar y apoya el Ayuntamiento

Domingo, 6 de septiembre 2020, 22:41

El grupo de vecinos de Amurrio que protagoniza la recogida de firmas en favor del nombre de Lucas Rey para uno de los centros escolares del municipio, ha recogido 700 apoyos que esta misma semana entregarán a la alcaldesa, en una reunión que ... tienen previsto celebrar con ella. Alfredo Cerrillo, uno de sus promotores, explicó que «ya se han presentado en el colegio y también tenemos previsto llevarlas a la Delegación de Educación». e momento, la campaña continúa tras los meses de verano y todos los viernes siguen colocando una mesa en el paseo Elexondo junto al kiosco de prensa para recabar apoyos. A ellos, se sumarán los que se están recogiendo en bares y comercios.

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La campaña se ha puesto en marcha después de que el consejo escolar del colegio decidiera el curso pasado el cambio de nombre de Lucas Rey por Mendiko Eskola. La decisión, ya ha sido ratificada por el Ayuntamiento, pero aún falta el visto bueno de Educación, que podría demorarse incluso hasta el curso 2021-2022.

Los promotores de la recogida de firmas defienden el nombre de Lucas Rey para el colegio porque está íntimamente ligado a la historia local. Félix Núñez en su libro 'Amurrianos ilustres' lo considera «el mejor maestro que ha pasado por el pueblo».

Su trayectoria

Llegó a Amurrio en 1893, con 21 años, y participó en la construcción de las nuevas escuelas, incentivo la educación y logró atender a «más de un centenar de criaturas a su cargo e ideó un sistema para que los mayores, que ya sabían leer y hacer las cuentas, enseñaran a los más pequeños», recuerda Cerrillo.

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El colegio actual, que cumple medio siglo este año, se construyó en 1970 y adoptó el nombre del antiguo maestro, que incluso llegó a ser alcalde de Amurrio durante dos meses, en 1924. También fue nombrado hijo adoptivo de Amurrio en 1927. Entre sus logros se incluye la creación de un comedor escolar para el alumnado que vivía más lejos, la instauración de una escuela de adultos nocturna y del día del árbol. Incluso daba clases los domingos por la tarde e impulsó unas cartillas de ahorro escolar además de crear una biblioteca. Su recuerdo quedó tan marcado que incluso cuatro años después de su muerte, que tuvo lugar en 1944, Amurrio le dedicó un homenaje de gratitud en el programa de fiestas.

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