Amurrio se integra también en el consorcio de aguas de Álava

Por su parte, la Diputación alavesa, consultada por EL CORREO, no se posicionó respecto estas decisiones, aunque aspira a integrar al máximo número de entidades locales en Urbide.

El alcalde de Amurrio, Txerra Molinuevo, recordó que de no entrar en Urbide, la tarifa podría «triplicarse» por los gastos de mantenimiento de las depuradoras de Basaurbe y Markijana, unos dos millones de euros anuales. La integración en Urbide garantiza «una tarifa similar en toda Álava» y que la Diputación asuma el déficit generado. Molinuevo recordó que esta fórmula se debate desde hace años y que incluso uno de los anteriores presidentes del CAKU, Juanjo Yárritu, de EH Bildu, la defendió.

El alcalde recordó los contactos mantenidos para integración de Ayala en el Consorcio de Aguas de Bilbao con el objetivo de hacer una gestión íntegra de la cuenca del Nervión, que ya fue descartada hace años por la entidad vizcaína. Por parte del PSE, que también apoyó la propuesta, se destacó el volumen que tendría que alcanzar el Consorcio comarcal si no se traspasa la gestión a Urbide. «En seis años, necesitaría 42 trabajadores y triplicará sus infraestructuras. Todo eso, deben pagarlo los usuarios», explicó David Romero.

Por parte de EH Bildu, su edil Jon Berganza, pidió inmediatamente después de la decisión del pleno que se le releve como representante de Amurrio que el Consorcio de Aguas de Ayala para mostrar su desacuerdo. En su caso, el argumento para no aprobar la integración en Urbide fue que «es una jugada política, porque parece que el Consorcio ayalés tiene que cumplir la normativa de recuperación de costes a través de las tasas y Urbide, no. En Álava, eso es imposible. Si aquí, que tenemos la concentración más alta de población, no resulta rentable, no me salen las cuentas acerca de cómo va a serlo con Zambrana, Agurain o Oyón, que son áreas más dispersas. Parece que la Diputación tiene el balón y solo paga las deudas a los que entren en Urbide».

Kepa González, de Orain Amurrio, apuntó que «no ha sido un proceso modélico porque debería haber implicado a más sectores para tomar esta decisión».

El pleno de Artziniega por su parte, con mayoría absoluta de EH Bildu, pidió un aplazamiento para decidir la disolución del CAKU y la integración en Urbide «al menos al primer semestre de 2021» para hacer «un análisis correcto y no apresurado», ya que la decisión debe tomarse antes del 30 de este mes, según la carta remitida por el presidente del CAKU. El alcalde de Artziniega, Joseba Vivanco, explicó que «ni siquiera se puede decir que Urbide funcione o dé servicio a una población mínimamente aceptable» y recordó que la localidad lleva años esperando una solución al vertidos de aguas residuales al río y a la conexión entre el pantano y el depósito de aguas municipal.