Álava instala mallas en el puerto de Orduña contra los desprendimientos

La caída de rocas y cascotes, sobre todo cuando las temperaturas son extremas, ya ha provocado más de un susto cuando la calzada aparece salpicada de todos estos restos que convierten el camino en un peligro. Varios vecinos que viven en la zona alta del puerto y trabajan en el Valle de Ayala denunciaron en primavera la caída de piedras en zonas especialmente complicadas y han pedido en varias ocasiones la colocación de elementos protectores.

Aunque no se han producido accidentes graves, tras varios incidentes provocados por la nieve y la niebla en los meses de marzo y abril de este año, la Diputación ha realizado «trabajos de limpieza y saneamiento de los taludes para minimizar dentro de lo posible el riesgo de desprendimientos». Ahora, antes de que comience el mal tiempo, se han empezado a colocar las mallas protectoras entre los puntos kilométricos 344,100 y 344,300 de la carretera A-625, que es de titularidad foral. La colocación de las mallas supondrá una inversión de 47.000 euros. «Se trata de un tramo especialmente complicado», situado cerca de la conocida como 'curva de los gallegos' por un terrible accidente que se produjo allí hace años y que acabó con la vida de una orquesta de músicos de aquella región.

La Diputación señala a EL CORREO que «se está interviniendo ahora para dejar listas estas mallas de protección de cara a este invierno, valorar resultados y planificar la extensión del sistema en otros puntos del puerto». De momento, no se ha previsto la extensión de los mecanismos de protección a otras zonas de la carretera este año. En el mes de marzo, el entonces diputado de Infraestructuras Viarias, Carlos Ibarlucea, explicó que la caída de piedras se debe a que la roca está expuesta a los agentes meteorológicos.