Ingresado en la UCI un chaval de 13 años tras ser arrollado por un coche en Goikolarra

Esta mañana los vecinos no han ocultado su preocupación y tratan de averiguar si el estado de salud del chaval atropellado avanza favorablemente. «Desde Arelegi queremos expresar todo nuestro apoyo y calor al joven ciclista y a su familia», trasladan desde la agrupación vecinal, afectados y también dolidos por lo ocurrido. Y es que, tal y como denuncian, llevan tiempo alertando al Ayuntamiento sobre el peligro de esta carretera. Creen que esto se podría haber evitado. «Nos hemos reunido en tres ocasiones con Tráfico para pedirles que actuasen para mejorar la seguridad».

El primer encuentro se produjo en 2020. A este le siguieron otros dos más en los que siempre se abordó la necesidad de intervenir para calmar el tráfico que baja o se dirige hacia el Puerto de Vitoria. Desde Arelegi pusieron encima de la mesa la posibilidad de reconvertir esta vía -desde el comienzo de Gardelegi- en calle para así poder «tener más herramientas con las que disminuir el peligro con el tráfico». Reconocen que en todo este tiempo el Consistorio ha adoptado diferentes medidas con ese fin, pero lamentan que no sean las óptimas para conseguir el objetivo. «Exigimos que se tomen medidas de tráfico contundentes».

Los vecinos han elaborado, también en la última reunión de abril del año pasado, un documento que recoge una batería de acciones a adoptar para «evitar que se produzcan accidentes». Entre ellas está la colocación de un radar que controle la velocidad a la que circulan los vehículos por esta extensa vía en la que se pueden alcanzar altas velocidades al ser en su práctica totalidad en línea recta. Una opción similar a la aplicada en Iturritxu, punto en donde desemboca la A-2124. No obstante, también plantearon la posibilidad de instalar semáforos que obligasen a los turismos a detenerse y así garantizar en todo momento la seguridad del peatón. Asimismo, también lanzaron la idea de convertir los dos carriles en uno único en cada sentido de circulación para aminorar la marcha.

Los residentes vuelven a insistir que «llevamos años resaltando la necesidad de convertir esta carretera en calle para que el peatón y ciclista cuente con mayor protección». Y no solo lo hacen mirando hacia las vías exteriores, también hacia adentro. En la intersección con la calle Gordoa y también Larrea piden que se eleven los pasos de peatones en las rotondas para obligar a los vehículos a reducir la velocidad. Asimismo, en el cruce con la calle Okariz lo que trasladan es la necesidad de reemplazar los pivotes por otros de mayor seguridad.