La alcaldesa de Asparrena, Txelo Auzmendi, mostró ayer su preocupación por el vertido que está afectando a los ríos Ametzaga y Arakil y que denunció el miércoles Zadorra Bizirik. «La empresa que lo produce tiene una autorización ambiental integrada otorgada por el Gobierno vasco y es URA quien tiene que determinar la peligrosidad de los residuos y actuar. Nosotros no podemos», aclaró.
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Los vertidos del polígono están canalizados hacia la depuradora local, pero los que acaban en el río «proceden de la red de pluviales». La localidad gestiona por sí misma la depuradora, dado que decidió no integrarse en el consorcio alavés Urbide «porque no nos parecía correcto que se nos sometiera al chantaje de tener que entrar para acceder al 'paraguas' de la Diputación que a través de Urbide tiene competencias de agua, cuando no son suyas».
Los vertidos, de tipo orgánico, han generado un lodazal en el cauce que impiden la vida. El departamento de Medio Ambiente de la Diputación añadió que «se está recogiendo información de la zona afectada, que está protegida».
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