La asociación de criminólogos vascos se convertirá en colegio profesional y apunta a Vitoria como sede

No fue a la primera -hubo un intento en 2018 infructuoso «por razones ajenas a las asociación»-, pero sí a la segunda. Los trámites ante el Gobierno vasco se encuentran al final de un camino burocrático empezado en 2022 -hay un decreto de Lakua pendiente de recibir alegaciones- y, si no hay problemas, pronto se fundará el Colegio Profesional de Criminología de Euskadi.

Un colegio que llega después de unos meses llenos de actividad para la asociación, con congresos y charlas que han hecho aumentar su popularidad y «duplicar» sus socios en un plazo breve de tiempo. Con la creación de un colegio profesional, según el informe presentado, la asociación busca «dignificar la profesión de la criminología, así como de institucionalizar su figura en los diferentes órganos estatales». Dentro de ese proceso, según explica el documento presentado ayer, uno de los objetivos es «lograr la modificación de las relaciones de puestos de trabajo y conseguir que se incluya la criminología en las distintas administraciones públicas», algo para lo que se están manteniendo conversaciones con los partidos que sustentan el Ejecutivo autonómico.

Uno de los principales promotores del proyecto, el ertzaina José Antonio Varela, no oculta su ilusión en conversación con este periódico. Aunque todavía el objetivo de crear el colegio profesional no está cumplido, todo apunta en la buena dirección. Una vez constituido el Colegio habrá que hacer un amplio trabajo: tocará fijar una normativa, celebrar elecciones a la junta directiva. Una vez ocurra todo eso, habrá que fijar una sede, para la que no oculta Varela que le gustaría «que estuviese en Vitoria», aunque será el gobierno de ese colegio profesional quien deba decidir.