
Crimen machista
El asesino de la vitoriana Maialen, embarazada de gemelos, se enfrenta a la prisión permanenteSecciones
Servicios
Destacamos
Edición
Crimen machista
El asesino de la vitoriana Maialen, embarazada de gemelos, se enfrenta a la prisión permanenteTenía 32 años. Se llamaba Maialen y se encontraba en su decimocuarta semana de embarazo de gemelos, quienes se unirían a otra hermanita de cuatro ... años. Esta alavesa residía a caballo entre Vitoria, Valencia y Málaga, arrastrada por su absorbente expareja. Un levantino llamado Jaime. Un bala perdida de buena familia que la sumergió en una relación tóxica hasta la muerte.
Presuntamente la apuñaló la tarde-noche del 27 de mayo en un apartahotel de la capital alavesa donde se alojaban pese al veto expreso emitido por un juzgado de Torremolinos cuatro meses atrás. En teoría ni podía acercarse ni comunicarse con ella. El cuerpo de Maialen apareció el día después, en plena jornada electoral, con siete cuchilladas. La niña de cuatro años, hija en común de ambos, descansaba en una cuna a escasos metros.
Jaime huyó en un taxi, cuyo conductor fue marcando su ruta para facilitar su arresto en un peaje pegado a Zaragoza. El presunto autor aguarda juicio en el centro penitenciario de Picasent, en Valencia. «Ni ha confesado ni ha pedido perdón», cuentan medios policiales y judiciales. Tampoco ha aparecido el arma del crimen. Por la autopsia se sabe que se trataba de un cuchillo de la cocina del apartamento en el que él se registró con nombre falso.
A punto de cumplirse el primer aniversario de este crimen machista, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vitoria lleva muy avanzado el caso. No obstante, su titular –Jesús De Abajo– ha ampliado esta semana otros seis meses más la instrucción para completar varias pruebas periciales. Según ha sabido este periódico, la Fiscalía de Álava y la acusación particular –en representación de la familia de la víctima– ultiman sus peticiones. Éstas contendrán, con total seguridad, el delito más severo del Código Penal: la prisión permanente revisable, la versión española de la cadena perpetua.
Noticia relacionada
Al presunto «asesinato» de Maialen se agregarán «dos abortos dolosos» y el «quebrantamiento de una orden de alejamiento» como mínimo. Lo ocurrido en la habitación 107 del establecimiento hotelero fue tan grave que Jaime podría unirse a la lista negra integrada por los verdugos de la niña Alicia en la calle Libertad y del joven Ander en una fábrica abandonada junto a Michelin, los otros crímenes alaveses saldados esa condena mínima de 25 años. Como pronto, el juicio con jurado en la Audiencia Provincial de Álava será en 2025.
¿Por que se enfrentará Jaime a esta petición? La reconstrucción de la Ertzaintza, a la que ha tenido acceso EL CORREO, desvela que el ataque acabó para las «19.54 horas del sábado 27», por lo que dejó el cadáver 18 horas en la habitación hasta que lo descubrieron familiares de Maialen, preocupados porque no respondía al móvil. Su hija pasó todo ese tiempo en un cuarto contiguo dentro de una cuna de viaje.
Los investigadores policiales marcan el periodo «entre las 19.30 y las 19.54 horas» del sábado 27 de mayo del año pasado como el momento del ataque mortal. Por las cámaras de seguridad del local y testimonios recabados se sabe que salió a la calle, pero regresó al poco para marcharse otra vez. Llevaba una bolsa de plástico, posiblemente con el arma usada dentro. Se desconoce donde la ocultó.
En un bar cercano se asustaron al verle con la «mirada perdida» y las zapatillas en la mano «manchadas de rojo». Llamó a unos amigos para irse de copas. Cuando estos le preguntaron por un arañazo y la sangre en el pantalón y la camisa acusó a la ya fallecida de haberla propinado una «paliza». Anduvieron hasta cerca de las dos de madrugada por ahí. Se cree que durmió en una pensión del centro.
A la mañana siguiente, jornada electoral, quedó otra vez con uno de esos colegas. Llegó a ofrecerle dinero por su DNI, a lo que éste se negó. Cuando a eso de las 14.40 horas del domingo la entrada del apartahotel se llenó de coches patrulla, Jaime andaba en un bar de Ariznabarra, a kilómetro y medio. Allí permaneció hasta las «17.45 horas». Se las ingenió para que su amigo telefoneara a un taxi y diera su nombre. Le recompensó con 50 euros. Nada más subir, sacó 900 euros de un sobre para que el conductor le llevara a Valencia.
No contaba con que en la Ertzaintza, sabedores de que solía usar ese transporte, preguntaron a su central si alguien con sus características había pedido algún servicio. Sin que Jaime lo supiera, el taxista resultó determinante para marcar su ruta y permitir que la Guardia Civil les diera el alto en el peaje de Alagón, en Zaragoza. Dos días después se decretó su prisión preventiva. Estuvo un tiempo corto en Zaballa antes de ser trasladado a Valencia, donde residen los suyos y a los que al parecer ha robado desde crío.
Este crimen evidenció además los agujeros en la lucha contra la violencia de género. Maialen estaba considerada como víctima de riesgo «extremo» fuera del País Vasco. Aquí le rebajaron al grado «básico». ¿Cómo es posible? Porque ella «no se veía como víctima», sensación habitual entre demasiadas víctimas.
El 6 de junio, el Gobierno vasco admitió una «cadena de errores». Meses después empezó a renovar buena parte de sus protocolos, aunque sigue con su propio sistema de seguimiento de las mujeres agredidas por sus parejas y exparejas.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La explicación al estruendo que sobresaltó a Valladolid en la noche del lunes
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.