Ascienden a 32 los casos de vacas alavesas afectadas por la enfermedad hemorrágica

Esta enfermedad hemorrágica está afectando a cientos de cabezas de ganado en toda la cornisa cantábrica. En Euskadi, de momento, es Gipuzkoa el territorio con mayor número de casos, más de un centenar, seguida de Bizkaia con más de 30. Los animales presentan hinchazón y enrojecimiento de labios, lengua y ojos, dificultad para respirar y síntomas de tipo nervioso. No existe una cura pero sí se les pueden administrar tratamientos antiinflamatorios. La mayoría superará la enfermedad.

Las explotaciones afectadas deben limitar las visitas, aplicar insecticidas para reducir las áreas de reproducción del jején; utilizar repelentes y reforzar la limpieza, desinfección y desinsectación de los vehículos.

Esta crisis guarda mucha relación con la que se vivió hace quince años en Euskadi y que ocasionó la conocida como 'lengua azul' en las ovejas. El biólogo vitoriano Mikel Alexander González, uno de los once especialistas de toda España que intentan trazar el mapa de la presencia de mosquitos invasores y transmisores de enfermedades en el Estado, estudió a fondo a los jejenes para su tesis. «Miden dos milímetros, son como una cabeza de alfiler».

Mientras en Estados Unidos el virus que transmite resulta mortal para los ciervos, aquí parece que está golpeando sobre todo a las vacas «porque es una enfermedad nueva y ahora son más susceptibles». Por el tipo de virus encontrado en las muestras «serotipo ocho», los expertos creen que los jejenes han llegado «desde Túnez volando en grandes nubes calientes». La otra hipótesis menos probable dados los controles de sanidad animal es que llegasen animales infectados desde países del Magreb.

Mikel González recuerda que al igual que ocurrió con la crisis de la 'lengua azul', una enfermedad casi erradicada, la vacuna será la única solución. «Ya hay laboratorios en España trabajando», revela el biólogo, que calcula que puedan tardarse al menos dos años en su elaboración.

Mientras, el insecto invernará en breve y volverá al ataque en primavera. «Cría en materia orgánica de cualquier tipo, en barro, entre la hojarasca, en cualquier sitio, lo que complica las labores de desinfectación», recuerda el biólogo. Según su experiencia, cuando hay un brote en una granja enferma entre un 20% y un 30% de los animales».

La Diputación está en contacto constante con las granjas de bovino, ovino y caprino de Álava, según ha detallado esta mañana el diputado general, Ramiro González, que ha insistido en llamar a la calma ante un brote que no afecta a las personas. «Analizamos hasta donde llega esta enfermedad», ha añadido en alusión a estudiar posibles ayudas a un sector que atraviesa por un año complicado con la subida del precio de la energía y de los piensos.