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La Policía Local de Vitoria detuvo el sábado por la mañana a un hombre de 30 años como presunto autor de un delito de agresión sexual. Los hechos que derivaron en su arresto se produjeron minutos antes de las 9.00 horas cuando, al paso de una patrulla de la Guardia urbana por la calle Portal de Arriaga, los agentes fueron requeridos por el portero de un establecimiento hostelero; ya que un varón había realizado «tocamientos no consentidos a una mujer». Los policías localizaron a las partes implicadas, así como a algunos testigos. Tras confirmar los hechos, procedieron a la detención del presunto agresor.
De otro lado, la Guardia urbana arrestó en la madrugada del sábado a un hombre de 37 años como presunto autor de un delito de agresión a pareja sentimental en el ámbito de la violencia de género. Todo ocurrió al filo de las 2.30 horas de la madrugada. Una patrulla que realizaba labores de seguridad ciudadana en servicio nocturno fue requerida por la Central de Coordinación para que se personara en una vivienda situada en Armentia, donde «una mujer estaba pidiendo auxilio». Rápidamente los agentes llegaron al lugar donde les recibió una pareja.
Los policías se entrevistaron por separado con cada una de las partes. Al parecer, minutos antes habían tenido una discusión de pareja. En el transcurso de la misma, al parecer, el varón había «agredido» a la mujer, que presentaba «algunas marcas», refiere el parte policial. En vista de ambos testimonios y de las lesiones que presentaba la víctima, la patrulla arrestó al presunto agresor.
En la tarde del sábado, en otro punto de Vitoria, la Policía Local también arrestó a un hombre de 37 años y a una mujer de 34 como presuntos autores de un delito de agresión mutua, en los ámbitos de la violencia de género y de la violencia doméstica, respectivamente. En este caso, los hechos sucedieron alrededor de las 13.00 horas, cuando una llamada al 092 solicitaba la presencia policial en una vivienda del barrio vitoriano de Salburua. «Una pareja estaba discutiendo, hecho que debía producirse de forma habitual», recoge el parte policial. Precisamente, esa misma mañana una patrulla de la Ertzaintza ya había intervenido por el mismo motivo. A su llegada, los agentes, que escucharon «gritos, insultos y golpes», accedieron al piso y se entrevistaron con ambos, así como un familiar del varón e inquilino del domicilio. Al parecer, habían estado discutiendo de forma «acalorada y se habían agredido mutuamente». En vista de lo ocurrido, de las «marcas» que presentaban y de los «daños» en la vivienda, los agentes procedieron a detener a ambos.
De forma paralela, agentes de Policía Local detuvieron también el sábado a un joven de 24 años como presunto autor de un delito de agresión a pareja sentimental en el ámbito de la violencia de género. Los hechos se produjeron minutos antes de las seis de la tarde, cuando una llamada al 092 alertaba de la agresión de un varón a una mujer al ir a «acceder a una lonja del barrio de Coronación». Así las cosas, una patrulla se dirigió al lugar. Allí solo se encontraba la mujer «con tres hijos menores de edad, uno de ellos, un bebé», detalla el parte policial. La víctima, con ayuda de una traductora que se encontraba al teléfono en comunicación con ella, informó de que el marido, tras la agresión, se había marchado en dirección a la calle Gorbea. Gracias a la descripción aportada, otra patrulla localizó al varón por las inmediaciones. Una vez escuchadas sus manifestaciones y, en vista de las lesiones que presentaba la mujer, procedieron a la detención de su pareja.
Por último, la Guardia urbana detuvo ayer a un hombre de 35 años como presunto autor de un delito de agresión a pareja sentimental en el ámbito de la violencia de género. Los hechos ocurrieron alrededor de la una y media de la madrugada, cuando una llamada al 092 alertaba de la agresión de un varón a una mujer en plena vía pública, en la calle Vicente Goicoechea, y de que el hombre se marchaba hacia la calle Beato Tomás de Zumárraga.
Rápidamente, varios agentes se dirigieron al lugar. Una de las patrullas localizó al presunto agresor gracias a los datos aportados sobre sus características, mientras que otra se entrevistó con la víctima y testigos de los hechos. Una vez escuchadas todas las manifestaciones, los agentes procedieron a la detención del presunto agresor.
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