Arranca Kaldearte con circo y danza: «Era necesario que volviera este festival»

«Desde que tiene un año venimos. Esta vez hemos conseguido sacar invitaciones para seis espectáculos, todos para el público infantil», comentaba Blanca, madre de Markel (4 años) tras enseñar el código QR con la entrada en el Parque del Norte para ver 'Fisura', del payaso chileno Murmuyo en el Parque del Norte pasadas las seis de la tarde. Minutos antes de la actuación los más previsores se echaban crema solar. Ese es uno de los primeros espectáculos en la jornada inaugural junto al estreno en paralelo en la plaza de la Provincia de 'Muda', de la compañía Proyecto Larrua, y la actuación de Maite Guevara con 'Qué buen día' en las traseras de Fray Zacarías. Con las travesuras de Murmuyo resonaban los primeros aplausos y risas que prometen prolongarse durante tres días intensos con propuestas para todos los públicos.

Tras una de las actuaciones de Proyecto Larrua, también Begoña Marina y Amaia Pedreño comentaban este regreso del festival. ¿Se agradecen este tipo de eventos al aire libre? «Claro que sí. Es necesario e importante que haya más cosas de este estilo tras tanto tiempo que hemos pasado de aburrimiento», ha afiMarina.

El Parque del Norte también es el escenario de 'Perceptions', el montaje más llamativo de la programación que repite esta noche con una función. La danza aérea y las acrobacias de la compañía francesa Bivouac, habitual en los grandes festivales de circo europeos, hacen imaginar un mundo caótico a apenas unos metros. Esos equilibrios que parecen imposibles sobre una gran estructura se interpretan libremente como como el esfuerzo que han tenido que hacer los creadores para adaptarse al momento que vivimos.

Entre las asistentes se encontraban Begoña Marina y Amaia Pedreño, quienes agradecían este regreso del festival. ¿Lo echaban en falta? «Claro que sí, son necesarios y es importante que haya más cosas de este estilo tras tanto tiempo que hemos pasado de aburrimiento», lamentaban. Una pega recurrente de la que se han hecho eco es que a pesar de que las invitaciones se agotaron siempre hay asientos libres. «Al ser gratis mucha gente saca la entrada y finalmente no acude. Había sitio libre y gente fuera que no ha podido entrar. Es una pena».

Esa misma invitación a soñar con otras realidades e imaginar otros horizontes forma parte de la partitura de esta muestra internacional que organiza el Ayuntamiento de Vitoria, presentada como «el primer gran festival de artes de calles que se celebra en Euskadi» desde la irrupción de la pandemia. Para ello, las actuaciones han tenido que adaptarse para evitar el contacto directo con un público cuya alegría parece más contenida tras la mascarilla.